27 Junio 2016
“Me han querido dejar pegada por el pasado bussista de mi marido, siempre lo hacen con Javier (Morof), dándole el mote de ex bussista”, señaló María Belén Cruzado Sánchez, concejal del FpV, quien aseguró que votará en contra del proyecto presentado por Ricardo Bussi para la creación de un “monumento a la Reconciliación Nacional”.
La semana pasada desde el FpV se había puesto en duda el voto de Cruzado de Sánchez. Pero ella aseguró que lo hará en conjunto con el bloque del FpV, que rechaza el proyecto del monumento a la reconciliación.
“Alguien ha querido enredar la situación, porque mi marido había pertenecido a Fuerza Republicana, pero desmiento que haya estado en duda mi voto”, reiteró. El proyecto para el monolito fue presentado por el concejal Bussi y Eduardo Verón Guerra. Automáticamente, recibió críticas de sus pares de otros partidos y de referentes de Hijos y de Madres de Plaza de Mayo.
En parte, argumentan que la iniciativa se basa en la teoría de los dos demonios, que iguala los actos de violencia perpetrados por las Fuerzas Armadas con los de las organizaciones guerrilleras.
También quisieron dejar en claro su postura los miembros de la Junta Departamental Capital del PJ, quienes expresaron que están en contra del proyecto presentado por el concejal Bussi. Ellos le hicieron llegar un documento con su argumentación al presidente del Concejo Deliberante, Javier Aybar, y a los miembros del bloque peronista.
La sesión en la que se tratará esto está prevista para julio, luego de los actos por el Bicentenario.
La iniciativa ingresó primero a la comisión de Moralidad, presidida por la peronista Dolores Medina Taljuk. Allí fue tratada, pero recibió un dictamen de abstención. Esto quiere decir que no se emitió un voto, sino que se reserva a cada concejal la posibilidad de emitir su opinión durante la sesión en el recinto.
Medina Taljuk expresó que se trata de un tema delicado para la sociedad. “Con este dictamen cada concejal podrá emitir su postura en el recinto”, agregó.
El bussismo presentó a finales de mayo el proyecto con el objeto de “reconciliar” a la sociedad a 40 años de la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Una veintena de organizaciones rechazaron la iniciativa y solicitaron el archivo de la propuesta.
La semana pasada desde el FpV se había puesto en duda el voto de Cruzado de Sánchez. Pero ella aseguró que lo hará en conjunto con el bloque del FpV, que rechaza el proyecto del monumento a la reconciliación.
“Alguien ha querido enredar la situación, porque mi marido había pertenecido a Fuerza Republicana, pero desmiento que haya estado en duda mi voto”, reiteró. El proyecto para el monolito fue presentado por el concejal Bussi y Eduardo Verón Guerra. Automáticamente, recibió críticas de sus pares de otros partidos y de referentes de Hijos y de Madres de Plaza de Mayo.
En parte, argumentan que la iniciativa se basa en la teoría de los dos demonios, que iguala los actos de violencia perpetrados por las Fuerzas Armadas con los de las organizaciones guerrilleras.
También quisieron dejar en claro su postura los miembros de la Junta Departamental Capital del PJ, quienes expresaron que están en contra del proyecto presentado por el concejal Bussi. Ellos le hicieron llegar un documento con su argumentación al presidente del Concejo Deliberante, Javier Aybar, y a los miembros del bloque peronista.
La sesión en la que se tratará esto está prevista para julio, luego de los actos por el Bicentenario.
La iniciativa ingresó primero a la comisión de Moralidad, presidida por la peronista Dolores Medina Taljuk. Allí fue tratada, pero recibió un dictamen de abstención. Esto quiere decir que no se emitió un voto, sino que se reserva a cada concejal la posibilidad de emitir su opinión durante la sesión en el recinto.
Medina Taljuk expresó que se trata de un tema delicado para la sociedad. “Con este dictamen cada concejal podrá emitir su postura en el recinto”, agregó.
El bussismo presentó a finales de mayo el proyecto con el objeto de “reconciliar” a la sociedad a 40 años de la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Una veintena de organizaciones rechazaron la iniciativa y solicitaron el archivo de la propuesta.
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