Dos tucumanas representan a la provincia en la instancia final de Miss Mundo

En julio, Lucila Ballesteros y Denice Gómez Véliz compiten por la corona. “No sólo se elige un cuerpo y una cara bonita”.

ELECCIÓN. Lucila recibió la corona inspirada en la Casa Histórica porque fue la participante que más votos recibió el sábado, en el certamen local. GENTILEZA BENJAMÍN JIMÉNEZ. ELECCIÓN. Lucila recibió la corona inspirada en la Casa Histórica porque fue la participante que más votos recibió el sábado, en el certamen local. GENTILEZA BENJAMÍN JIMÉNEZ.
23 Junio 2016

En estas últimas semanas decir “Miss mundo” genera controversia. Todavía está muy cerca el caso de Tamara Fernández, ganadora del certamen de Neuquén, a la que le quitaron la corona luego de que se enteraran de que era madre, algo que ella no lo había ocultado pero que tampoco está permitido en las reglas generales. En otra ciudad argentina, en Viedma, los concejales locales prohibieron los concursos de belleza por considerarlos discriminatorios. Fuera de la polémica, pero no evitando hablar de ella, el sábado pasado en el teatro San Martín surgieron las dos representantes de Tucumán: Lucila Ballesteros y Denice Gómez Véliz, que competirán por la corona nacional el 23 de julio, en Tigre (Buenos Aires).



“Hay certámenes hechos especialmente para madres, para mayores de edad, para gays...Por lo que pasó en Neuquén se criticó que no aceptaran a las mamás, pero si uno gana el certamen hay que viajar mucho, a lugares lejanos y eso se complica siendo madre. A esto lo están evaluando personas que nunca han participado de un evento como este. No es simplemente la elección de un cuerpo o una cara bonita. Se necesita tener una muy buena voz para transmitir un mensaje mas importante. Eso llegará más lejos”, opina Denice, con movimientos y soltura dignos de una reina. Esta joven de 24 años, de ojos verdes, técnica superior en Instrumentación quirúrgica y estudiante para azafata, tiene experiencia en los medios y en los concursos de este tipo: representó a Tucumán en fiestas provinciales, fue elegida primera princesa en el certamen de LA GACETA de la Reina de la Primavera, y es co-conductora y bailarina de “Elegidos”, que se transmite por Canal 8.

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Lucila, de 20 años, estudiante de Kinesiología, de ojos casi negros y una sonrisa perfecta, opina lo mismo que su compañera y añade que para las concursantes es una experiencia gratificante: “hay que estar ahí y vivirlo para entender. Conocés personas, otras culturas, otras provincias y sumás una voz para Tucumán. En nuestro caso, este año el certamen puso como temática la explotación infantil, y relacionado a ello tenemos que presentar un proyecto de voluntariado”.

-¿Qué le aportaría a Tucumán una Miss Mundo Argentina?

- Denice: en esta crisis social y económica, mucho. Tendremos la posibilidad de ayudar a personas que carecen de alimento y aportaría una imagen positiva a Tucumán.

Lucila: si me llegaran a elegir miss mundo argentina, mi Tucumán dejaría de ser sólo una provincia del norte argentino para ser reconocida como el verdadero jardín de la república, con todo lo que conlleva su historia y más en el año del Bicentenario.

- ¿Cómo se preparan para la instancia nacional?

- Denice: hasta dentro de unos días tenemos que terminar el video de la propuesta de voluntariado. Yo ya trabajo con la Fundación León, así que estará relacionado con ello. En cuanto a la presentación del talento, tenía pensado un baile típico del Norte, ya que soy profesora de salsa y otros bailes. Pero no lo he definido aún porque las dos coincidimos con el mismo talento. Tenemos que decidirlo entre las dos.

- Lucila: además tenemos que conseguir el vestuario que usaremos en esa instancia, que va desde prendas características de nuestra provincia hasta vestidos de cóctel, noche y día. También es importante decir que necesitamos el apoyo de nuestra provincia para que nos esponsoreen y para que nos voten y nos ayuden con ello a llegar a la final.

Gabriel Viviani, quien tiene la franquicia Miss Mundo en Tucumán y es director de una escuela de modelos local, comentó que en la final, Buenos Aires, las concursantes son evaluadas desde que ponen un pie en el hotel. “Esto no se trata de si son lindas o no. Las evalúan por sus modales, si se visten bien, cómo se maquillan, cómo hablan, qué saben de su provincia. Una miss debe saber venderse. Debe conseguir que la elijan. En cambio una modelo vende un producto y todo se termina allí”, aseguró Viviani y agradeció al diseñador Marcelo Dip que vistió, junto con otros diseñadores, a todas las modelos el sábado pasado.

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