20 Mayo 2016
CONVIVENCIA. Robin se define como el folclorista de la casa; sus compañeros buscan su lugar. facebook / GranHermanoAmericaTV .-
Un tipazo.
Un chico que vive por y para la música.
Un artista humilde.
Un flaco hermoso.
Leandro Robin encuentra puros elogios entre los amigos y conocidos que dejó en Tucumán y que ayer seguían sorprendidos de haberlo visto entrar, en la noche del miércoles, en la casa de Gran Hermano. Todos coincidieron en que, más allá de lo que pueda suceder durante la convivencia, el cantante pretende potenciar su carrera artística mediante este programa. Eso se corresponde, a la vez, con una de las últimas declaraciones de Robin antes de quedar encerrado: “más que fama, vengo a buscar reconocimiento”.
Ocurre que Leandro, de 29 años y el único tucumano seleccionado en GH, ya tiene experiencia en esto de abrirse camino mediante realities: en 2012 estuvo entre los artistas locales que pasaron a la final de “Soñando por cantar”. Desde entonces, y a fuerza de su pasión por el folclore, se hizo un sello y un público; de hecho, su grupo de seguidoras tiene nombre propio, las “robineras”.
Una de ellas es Claudia Heredia, de 30 años, que dice seguirlo desde la época del concurso de Ideas del Sur. “Lo estaba viendo en casa y me gustó. En ese momento lo empecé a seguir por las redes sociales y, tiempo después, una prima me acompañó a un recital suyo en la plaza Independencia. En esa ocasión pude saludarlo y me cayó bien porque es muy humilde, tal como se muestra ahora en TV. Si bien él venía anunciando en sus páginas que algo grande iba a pasar y pidiendo que estuviéramos atentas, no sabíamos que entraría a GH. Supongo que le irá bien porque él suele darse con todos, sabe hablar, no es tímido”.
¿Qué pasa si adentro de la casa su ídolo entabla un romance? “¡Nada! -asegura Claudia-. A mí me gusta cómo canta y cómo es como persona, así que no me desilusionaría. Esa es su vida privada”.
Empujoncito hermoso
La también cantante Agustina Vita es muy amiga de Robin desde hace años y es, además, una de los pocos que conocía que iba a participar del reality. “Todo comenzó en la emisión que se hizo de ‘Laten argentinos’ desde Tucumán. En Central Córdoba (desde donde se transmitió) había un representante de Endemol, la productora de GH, que vio cómo Leandro se desenvolvía en el escenario y le ofreció hacer el casting. Después de varias pruebas le confirmaron que había sido elegido. Él no estaba buscando algo así, pero se lo ofrecieron y la verdad es que lo único que le importa es poder cantar. La viene remando desde hace un montón y en nuestra provincia es complicado surgir”.
Vita es consciente de que, por más de que su objetivo sea apuntalar su carrera, en la casa de GH suelen ocurrir situaciones que exceden lo artístico. Así se lo advirtió a su amigo: “le dije que tenga mucho cuidado porque quizás durante una semana pueda cuidar lo que hace y dice, pero si lleva encerrado más de un mes probablemente se olvide de que están las cámaras y cuente cosas que tal vez lastimen a otros. Sé que es complicado porque el encierro es duro, pero él está apostando a esto para llegar más alto”.
Luciano Aragón, músico y amigo de Robin, coincide en que GH es para él una formidable chance de proyectarse. “La viene peleando desde hace años por un lugar en la música y este es un empujoncito hermoso. También me parece lindo que todo el país lo vaya a conocer tal como es: sincero, familiero, un buen amigo, divertido por donde lo veas. Lo importante es que sepan que hay un folclorista en la casa -concluye-. Que hay un compadre que le gusta el folclore y que tiene muchas cosas para decir y dar en la TV nacional”.
Un chico que vive por y para la música.
Un artista humilde.
Un flaco hermoso.
Leandro Robin encuentra puros elogios entre los amigos y conocidos que dejó en Tucumán y que ayer seguían sorprendidos de haberlo visto entrar, en la noche del miércoles, en la casa de Gran Hermano. Todos coincidieron en que, más allá de lo que pueda suceder durante la convivencia, el cantante pretende potenciar su carrera artística mediante este programa. Eso se corresponde, a la vez, con una de las últimas declaraciones de Robin antes de quedar encerrado: “más que fama, vengo a buscar reconocimiento”.
Ocurre que Leandro, de 29 años y el único tucumano seleccionado en GH, ya tiene experiencia en esto de abrirse camino mediante realities: en 2012 estuvo entre los artistas locales que pasaron a la final de “Soñando por cantar”. Desde entonces, y a fuerza de su pasión por el folclore, se hizo un sello y un público; de hecho, su grupo de seguidoras tiene nombre propio, las “robineras”.
Una de ellas es Claudia Heredia, de 30 años, que dice seguirlo desde la época del concurso de Ideas del Sur. “Lo estaba viendo en casa y me gustó. En ese momento lo empecé a seguir por las redes sociales y, tiempo después, una prima me acompañó a un recital suyo en la plaza Independencia. En esa ocasión pude saludarlo y me cayó bien porque es muy humilde, tal como se muestra ahora en TV. Si bien él venía anunciando en sus páginas que algo grande iba a pasar y pidiendo que estuviéramos atentas, no sabíamos que entraría a GH. Supongo que le irá bien porque él suele darse con todos, sabe hablar, no es tímido”.
¿Qué pasa si adentro de la casa su ídolo entabla un romance? “¡Nada! -asegura Claudia-. A mí me gusta cómo canta y cómo es como persona, así que no me desilusionaría. Esa es su vida privada”.
Empujoncito hermoso
La también cantante Agustina Vita es muy amiga de Robin desde hace años y es, además, una de los pocos que conocía que iba a participar del reality. “Todo comenzó en la emisión que se hizo de ‘Laten argentinos’ desde Tucumán. En Central Córdoba (desde donde se transmitió) había un representante de Endemol, la productora de GH, que vio cómo Leandro se desenvolvía en el escenario y le ofreció hacer el casting. Después de varias pruebas le confirmaron que había sido elegido. Él no estaba buscando algo así, pero se lo ofrecieron y la verdad es que lo único que le importa es poder cantar. La viene remando desde hace un montón y en nuestra provincia es complicado surgir”.
Vita es consciente de que, por más de que su objetivo sea apuntalar su carrera, en la casa de GH suelen ocurrir situaciones que exceden lo artístico. Así se lo advirtió a su amigo: “le dije que tenga mucho cuidado porque quizás durante una semana pueda cuidar lo que hace y dice, pero si lleva encerrado más de un mes probablemente se olvide de que están las cámaras y cuente cosas que tal vez lastimen a otros. Sé que es complicado porque el encierro es duro, pero él está apostando a esto para llegar más alto”.
Luciano Aragón, músico y amigo de Robin, coincide en que GH es para él una formidable chance de proyectarse. “La viene peleando desde hace años por un lugar en la música y este es un empujoncito hermoso. También me parece lindo que todo el país lo vaya a conocer tal como es: sincero, familiero, un buen amigo, divertido por donde lo veas. Lo importante es que sepan que hay un folclorista en la casa -concluye-. Que hay un compadre que le gusta el folclore y que tiene muchas cosas para decir y dar en la TV nacional”.
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