Martínez Gullota fue la figura y empezó a pagar la deuda con San Martín

VILLA RAMALLO (por Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- “A ver si mañana en el diario me ponés un nueve”, dijo con una sonrisa de oreja a oreja José Luis Martínez Gullotta, una vez que descendió del micro que depositó al plantel “santo” en el hotel de Ramallo donde está hospedado.

Hacía meses que no jugaba, y ante Defensores lo hizo como para generarle un dolor de cabeza al entrenador Pena. Pese a los dos goles que le convirtieron, el ex Racing sacó casi todas. Al menos se quedó con siete pelotas que podrían haber tenido destino de goleada para el local.

Además de atajar, y de hacerlo más que bien, la figura de San Martín en el norte de la provincia de Buenos Aires tuvo más de un entredicho con el árbitro, quien lo amonestó a los 20 minutos por la supuesta demora en sacar desde el arco. En esa jugada, el 1 se quejó de que algunos hinchas de “El Elefante”, ubicados a centímetros de él, lo tomaron de la camiseta cuando se aprestaba a patear. “A veces adentro de la cancha uno se siente perjudicado, a mí me condicionó temprano con una tarjeta amarilla. Cada infracción que teníamos nosotros en defensa, el jugador era amonestado y eso te va llevando a tener otro tipo de partido. Y después jugamos 45 minutos con 10 hombres”, hizo su catársis “Wally”, quien además fue reconvenido por Mastrángelo al regreso del vestuario en el complemento.

Más allá del 2-1 en contra, Martínez Gullota fue sincero: “en lo personal obviamente estoy contento, aunque siempre hay detalles. Hasta en el penal de Fernández estuve cerca. Hice una buena actuación y eso es importante para la consideración del técnico”. Tal cual, por eso se llevó un ocho más que merecido.