El autor de la música de Los Simpson, entre la noche y el cine

El autor de la música de Los Simpson, entre la noche y el cine

NOCTÁMBULO. El compositor Elfman asegura que toda su vida sintió una intensa atracción por la noche. Damon Winter / The New York Times NOCTÁMBULO. El compositor Elfman asegura que toda su vida sintió una intensa atracción por la noche. Damon Winter / The New York Times
10 Julio 2015

Melena Rizik / The New York Times

“Soy un topo”, dijo Danny Elfman mientras se ponía un par de anteojos oscuros y se sentaba en un restaurante muy iluminado, en el Lincoln Center. El versátil compositor que ha orquestado casi 100 películas (desde “Good Will Hunting” a “Los vengadores: la era de Ultrón” y que compuso el perdurable tema de “Los Simpson”) hablaba sobre su proclividad a la noche. “Viví en la playa durante cinco años y me decían Nosferatu en la playa”, contó. “Tan pronto como el sol se ponía grande y rojo, y empezaba a bajar, yo salía”. Trabaja por las noches, también; se mueve entre tres estudios en Los Angeles haciendo bandas sonoras hasta la madrugada.

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La inclinación de Elfman por la oscuridad también se hace patente en la colaboración con el director Tim Burton, quien le llevó “Pee-Wee’s Big Adventure” (su primer largometraje) para que lo orquestara. Luego siguieron “Beetlejuice”, dos de las películas “Batman”, “El joven Manos de Tijera” y “El gran pez” (con la que Elfman fue nominado al Oscar), entre otras.

Elfman se ha diversificado y orquestó un ballet para Twyla Tharp, creó un concierto para el Carnegie Hall y compuso un espectáculo para el Cirque du Soleil y para varios juegos en Disneylandia en Asia. Músico autodidacta, empezó como intérprete callejero y tragafuegos con una compañía de teatro de vanguardia. Los verdaderos elfmaniacos lo conocen como el líder de la banda new age de los 80 “Oingo Boingo”. (Es posible que se recuerde al grupo por éxitos como “Dead Man’s Party” y “Weird Science”.) Casi no ha cantado en público desde entonces. “Me aterra”, aseguró.

Pánico y éxito

Una invitación para presentarse en el Royal Albert Hall en Londres hace unos cuantos años lo llevó a crear las suites Burton, las cuales lo ayudaron a superar su pánico escénico o, al menos, algo parecido. Desde entonces, esa producción se ha presentado ante públicos multitudinarios en el Hollywood Bowl y en el Centro Kennedy, y los asistentes se disfrazan de los personajes de Tim Burton.

En una entrevista, Elfman, de 62 años (vive con su esposa, la actriz Bridget Fonda, y su hijo de 10 años en Los Angeles), habló sobre su colaboración con Burton, de su adicción al trabajo y de cuánto dinero ha ganado con “Los Simpson”.

- ¿Hacer un espectáculo orquestal fue tu idea?

- No. Nunca se me ocurren cosas que no sean de una composición. Es probable que comenzara hace cuatro años. Hicimos esta serie de música Elfman/Burton por el 25 aniversario, lo que me obligó a regresar y escuchar y editar y reunir las 15 partituras que había hecho con Tim. De otra forma, nunca escucho nada de lo que he hecho. Si resulta que aparece en la televisión por cable, puedo verlo durante cinco minutos.

- Una vez que aceptaste el trabajo del Albert Hall, ¿cómo estuvo la primera presentación?

- Fue una de las noches más aterradoras de mi vida.

- ¿Es una actitud que has tenido siempre?

- Toda mi carrera se basó en eso: siempre me atrapa la energía negativa. Cuando hice mi primer trabajo para el Carnegie, un concierto de 45 minutos, cometí el error de visitar el Carnegie Hall y hay ahí manuscritos de tipos verdaderamente importantes. Está Shostakovich. Está Stravinski. Fue paralizante. Y estuve semanas en casa sin poder hacer nada.

- ¿Lees música?

- Oralmente. Aprendí a escribir sin haber aprendido a leer. En las primeras 25 partituras tuve que escribir cada nota con lápiz, porque no teníamos ayuda de computadoras. De hecho, fue un entrenamiento realmente bueno. Las nueve películas anteriores a “Batman” no me prepararon para “Batman”, pero me dieron la confianza de avanzar. Claro que también solía trabajar 16 horas al día en lugar de las flojas 12 horas que hago ahora.

- ¿Te consideras un adicto al trabajo?

- Supongo. Tengo que hacer un par de películas grandes sólo para mantenerme vivo, para recibir dinero. Luego, me encanta hacer peliculitas. Así es que, cada año, hago películas literalmente por un dólar. La última fue “The End of the Tour”. Y también estoy tratando de componer conciertos.

- Cuando trabajas en una película ¿empiezas con el guión?

- A veces. Lo que me imagino con el guión nunca es lo que está en la pantalla. Gran parte de la música sale del tono y ese tono es una combinación de cinematografía, edición y actuaciones. El guión no te dice cuál va a ser el ambiente. Cuando veo un corte duro, lo que imagino es la escena inicial de “Poltergeist”. Sólo es la pantalla de televisión con estática. Así quiero que esté mi cerebro, solo estática. Nada. Ruido blanco.

-¿Te llega rápidamente la inspiración? 

- Casi nunca. “Los Simpson” fue algo de una sola vez. Lo oí en la cabeza, corrí a mi estudio, grabé todo y se los mandé.

- Y ahora es, probablemente, por lo que más te conocen.

- Para bien o para mal. Si me muriera en este momento, eso pondrían en mi lápida.

- ¿Ganas dinero cada vez que la tocan?

- Supongo. Irónicamente, lo que realmente redituó de eso es que se cantan esas sílabas, “The Simpsons...”. Gané mucho dinero con eso. Me mantiene con seguro médico por los próximos 30 años.

- ¿Qué escuchas cuando no estás componiendo?

- Al finalizar la noche quiero escuchar cosas que no son orquestales y eso me aclara la cabeza. Radiohead, Cat Power, Sparklehorse.... De otra forma, sigo trabajando toda la noche en mis sueños y no paro nunca.

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