El joven insultado por Beatriz Rojkés espera soluciones

El joven insultado por Beatriz Rojkés espera soluciones

La lluvia no da respiro y se demora la llegada de las máquinas al poblado ubicado a unos 15 kilómetros de la ciudad de Concepción “Lo del entredicho ya pasó. Necesitamos que la Provincia nos brinde una respuesta”, dijo Bulacio. Trabajos en el Gastona

LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
26 Marzo 2015
CONCEPCIÓN.- Se sintió herido por los dichos de la senadora nacional Beatriz Rojkés de Alperovich, quien lo calificó como “pedazo de animal” y “vago de miércoles”. Sin embargo, Cristian Bulacio -destinatario de aquellas frases y uno de los cientos de damnificados por las inundaciones en El Molino-, no quiere más polémicas.

Ayer, el cosechero dialogó con LA GACETA, y aseguró que ya no piensa en el tenso episodio del miércoles de la semana pasada con la primera dama, sino en que lleguen soluciones para el poblado. “Necesitamos que la Provincia nos brinde una respuesta. Lo del entredicho ya pasó, uno tiene que pensar en el futuro, y lo angustiante es que hemos perdido todo lo que habíamos conseguido en años de trabajo”, sostuvo el jornalero, de 32 años.

Aunque desde el oficialismo aseguran que han gestionado el envío de cuatro topadoras grandes al poblado, situado a unos 15 kilómetros de Concepción, a El Molino sólo llegó una de las máquinas prometidas. Según explicó el comisionado rural, Juan Manuel Moreno, esto se debe a que las lluvias no cesan en la zona, y esto impidió que los equipos fueran trasladados desde Santiago del Estero. “La maquinaria pesada tiene que venir en carretones, y hay una ley nacional que impide que se las transporte cuando llueve de esta manera. De todas formas, ya están contratadas las horas de trabajo. Pero el agua no nos está dejando avanzar”, dijo el delegado de la comuna de Alpachiri y El Molino.

El incidente

El río Gastona -y su continuación, el Jaya- se desbordó con los temporales que se desataron este mes en la provincia. El miércoles de la semana pasada, una comitiva oficial encabezada por Rojkés de Alperovich visitó El Molino y otras localidades para mensurar la situación. Allí, un vecino filmó un incidente que protagonizó la primera dama con habitantes de la zona. Uno de ellos era Bulacio, quien luego de exigirle soluciones a la presidenta del PJ tucumano, le reclamó que ella estaba tranquila porque tenía “una casa, una mansión”.

La esposa del gobernador, José Alperovich, le respondió al cosechero con firmeza. “¡Yo tengo 10 mansiones, no una, y estoy acá! ¡Yo puedo estar en mi mansión ahora, pedazo de animal, vago de miércoles!”, le exclamó. “¿Vago? -replicó Bulacio, mientras la senadora regresaba a la combi oficial- Eso no se dice. Y ustedes son todos ladrones”.

Bulacio afirmó que quiere dejar ese episodio en el pasado. Pese a que Rojkés de Alperovich dudó de que fuera oriundo de El Molino (reside allí desde que tenía cinco años), y deslizó que el incidente estuvo “armado”, el jornalero prefirió insistir con su pedido. “No estoy diciendo que nos regalen cosas, sino que nos envíen las máquinas. Además, nos podrían facilitar algún tipo de crédito. No lo sé, no estoy acostumbrado a recibir ni a pedir nada de los políticos. Soy una persona de trabajo”, añadió.

Bulacio señaló que una de las causas del desmadre del río -que dejó bajo un metro de lodo a El Molino y otros poblados del lugar- fue el elevado nivel de agua de lluvia que cayó en estas dos semanas. Sin embargo, consideró que el desborde se produjo porque el cauce “no tenía los trabajos de mantenimiento” necesarios para este tipo de crisis. “Durante estos ocho o 10 años no se le hizo nada al río, aguas arriba. Y son las consecuencias que ahora estamos sufriendo. Esto es responsabilidad del Gobierno”, apuntó el joven. Y agregó: “si hubiera estado reencauzado y con las obras de defensa necesarias, los daños no hubieran sido tan graves”.

El cosechero, que vive junto a sus padres y dos sobrinos, al lado de la casa de su abuela y de sus tíos, negó que tenga vínculos con políticos. Y confesó que no esperaba la repercusión que tuvo el cruce con la primera dama. “No es lo que quería. Las aguas me dejaron sin nada. Y lo que le exigí fue las máquinas para que se acondicione el río”, apuntó.

Ayer, con equipos de Vialidad de la Provincia, se trabajaba nivelando las calles de barro de El Molino. Además, había maquinaria de Vialidad Nacional y del Ministerio del Interior desplegadas en el cauce del río. Según el delegado Moreno, la lluvia no permite avanzar con las tareas. Uno de los objetivos es limpiar el acceso a la escuela N° 19 para que los chicos puedan comenzar las clases el lunes. “Las máquinas ya están contratadas. Son de la empresa Roda. Ojalá el agua nos deje avanzar”, afirmó el comisionado a este diario. (C)

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