Plantean cambios en las multas por violar normas de tránsito

Es por todos conocido que la inflación reinante hace mella en el poder adquisitivo de los tucumanos y, fundamentalmente, de aquellos que son asalariados. Y si cuentan con un vehículo particular, el efecto de la crisis se hace sentir mucho más. Ya que no sólo los repuestos se encarecieron con el paso de los años. El costo de las multas por infringir las normas de tránsito, también.

Este es uno de los puntos centrales que motivó a algunos concejales que integran la comisión de Transporte a estudiar el actual sistema tarifario. No obstante, el surgimiento de esta iniciativa no implica que el valor establecido de las infracciones pueda a llegar a modificarse en el corto plazo.

Para que esto ocurra, es necesario que los ediles capitalinos modifiquen o deroguen la ordenanza N° 4.545, sancionada en 2012. A través de esta norma, el municipio de la capital adhirió al régimen de sanciones de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial N° 24.449 y su decreto reglamentario N°437/11. Y la unidad de medida para aplicar multas que establece esta norma de alcance nacional es a través del costo del litro de la nafta “Premium” (el precio en la actualidad supera los $ 13).

Pero ocurre que en la norma municipal, la unidad de medida se establece en Urbanos. Y cada urbano equivale a $ 1. Porque cuando fue creada esta unidad de medida el precio de la nafta súper costaba $ 1. Por ejemplo violar un semáforo en rojo puede significarle más que un dolor de cabeza al infractor. El valor de la multa establecido para esta conducta antijurídica asciende a $ 1.858 o su equivalente a 150 Urbanos.

El radical José Luis Avignone -es autor de la iniciativa que busca rever el actual sistema de multas- asegura que los montos “son confiscatorios” por su elevado costo. En su proyecto de ordenanza presentado ante el cuerpo, Avignone plantea la necesidad de derogar la ordenanza N°4.545/12 mediante la que adhirió al régimen de sanciones de la Ley Nacional de Tránsito. En su fundamentos del proyecto de ordenanza, el radical expresa: “la adhesión a dicha normativa implica la aplicación de multas con montos que resultan confiscatorios para los vecinos de este municipio, toda vez que la base de referencia está expresada en litros de nafta”. Y agrega: “el aumento en el precio del combustible torna muy oneroso y desproporcionado el monto a pagar”.

En sentido opuesto opinó el actual presidente del Tribunal de Faltas Municipal. Según Marcos Alzabé, volver al viejo sistema de multas sería dar un paso hacia atrás. “El sentido del precio elevado de la multa tiene un fin disuasivo. El objetivo es que quien cometió una infracción no vuelva a hacerlo. Y también va dirigida a aquél que aún no incumplió con la norma. “Si la multa por circular sin casco es de $ 1.800, el efecto disuasivo que produce es que muchos consideren usarlo”, explicó Alzabé. “Sería dar una paso hacia atrás volver al viejo sistema. En los países desarrollados la seguridad vial está sostenida por tres columnas: el control riguroso, fuertes multas y la Educación Vial en las escuelas. Esto está previsto en la ley Nacional de Tránsito y nuestro municipio cumple con la ley, ya que en las escuelas municipales se imparte Educación Vial”, ponderó.

Al ser consultado sobre si los infractores abonan las multas, Alzabé señaló: “en general la gente va y paga la multa. Se esta cerrando el círculo de los que dicen ‘no pago y no me pasa nada’”.