31 Mayo 2014
SANTIAGO DE CHILE.- La Iglesia católica expresó su preocupación por el “frenesí” con que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, está impulsando una serie de reformas educativas, políticas y tributarias. “A mí me preocupa un poco esta especie de frenesí legislativo, a veces da la impresión que parte del gobierno quisiera apurar estos cambios y, por otro lado, por ese apuro los sectores opositores no brillan por su capacidad de diálogo, sino que también descalifican”, dijo el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic. “Como son cambios tan importantes y de tanta trascendencia, también el tema de la despenalización del aborto, requieren de un diálogo sereno, constructivo”, indicó Goic.
El prelado, con lazos familiares y personales con algunos políticos cercanos a la mandataria, insistió en la importancia de que el oficialismo abra espacios de diálogo.
Bachelet, tras el estallido social de 2011, llegó al poder este año enarbolando un amplio programa de reformas, el que cuenta con amplio apoyo ciudadano, según encuestas. La Iglesia católica, que en Chile es la principal confesión religiosa, mostró su preocupación los últimos días por los cambios en educación y la posibilidad de despenalizar algunas formas de aborto. “Quién se va a oponer a una educación de mayor calidad, quién se va a oponer a que haya tributos dignos para resolver los problemas de los chilenos más humildes, pero hagámoslo en ese espíritu de diálogo y de encuentro del cual el papa nos ha hablado”, dijo Goic.
A la Iglesia, que mantiene una amplia red de escuelas financiadas con fondos públicos, le preocupa en especial que los colegios que reciban recursos estatales no puedan seleccionar alumnos ni pedir pagos a las familias. El gobierno, que impulsa una millonaria reforma tributaria para financiar sus reformas, defiende la idea de que los colegios públicos o que reciben fondos públicos no puedan seleccionar alumnos, pedir pagos a los padres y generar lucro con ello. Según el Episcopado, esas escuelas “corren el riesgo de verse en la obligación de cerrar por insolvencia económica” porque “el proyecto de ley afecta, en sus exigencias y consecuencias, prácticamente solo a la educación particular subvencionada”.
Bachelet, con mayoría en ambas cámaras del Congreso, pidió a sus ministros acelerar la tramitación y/o ejecución de sus proyectos emblemáticos durante el primer año de su gobierno, el que termina en 2018. (DPA-Télam)
El prelado, con lazos familiares y personales con algunos políticos cercanos a la mandataria, insistió en la importancia de que el oficialismo abra espacios de diálogo.
Bachelet, tras el estallido social de 2011, llegó al poder este año enarbolando un amplio programa de reformas, el que cuenta con amplio apoyo ciudadano, según encuestas. La Iglesia católica, que en Chile es la principal confesión religiosa, mostró su preocupación los últimos días por los cambios en educación y la posibilidad de despenalizar algunas formas de aborto. “Quién se va a oponer a una educación de mayor calidad, quién se va a oponer a que haya tributos dignos para resolver los problemas de los chilenos más humildes, pero hagámoslo en ese espíritu de diálogo y de encuentro del cual el papa nos ha hablado”, dijo Goic.
A la Iglesia, que mantiene una amplia red de escuelas financiadas con fondos públicos, le preocupa en especial que los colegios que reciban recursos estatales no puedan seleccionar alumnos ni pedir pagos a las familias. El gobierno, que impulsa una millonaria reforma tributaria para financiar sus reformas, defiende la idea de que los colegios públicos o que reciben fondos públicos no puedan seleccionar alumnos, pedir pagos a los padres y generar lucro con ello. Según el Episcopado, esas escuelas “corren el riesgo de verse en la obligación de cerrar por insolvencia económica” porque “el proyecto de ley afecta, en sus exigencias y consecuencias, prácticamente solo a la educación particular subvencionada”.
Bachelet, con mayoría en ambas cámaras del Congreso, pidió a sus ministros acelerar la tramitación y/o ejecución de sus proyectos emblemáticos durante el primer año de su gobierno, el que termina en 2018. (DPA-Télam)
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