Los boliches empezaron a cerrar después de la tragedia de Cromagnon

Los boliches empezaron a cerrar después de la tragedia de Cromagnon

21 Mayo 2014
¿Por qué no hay más atractivos para los jóvenes de Concepción? Las autoridades municipales aseguran que no hay muchos interesados en invertir en ese sector. El motivo: los requisitos para desarrollar el rubro no son fáciles de cumplir. “Pero garantizan la seguridad de la gente”, argumentan.

Los boliches comenzaron a cerrar en “La Perla del Sur” el año siguiente a la tragedia de Cromagnon, hecho que provocó la muerte de 194 personas el 30 de diciembre de 2004. Un mes después de ese suceso el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza a partir de la cual se les exige a los bolicheros, entre otras cosas, que tengan salidas de emergencia, barreras antipánico en las puertas, luces de emergencia y matafuegos. Pero hubo un punto que puso en jaque a los empresarios: las discos deben instalarse en lugares alejados de zonas residenciales y tener un terreno muy amplio. Según la norma, los boliches deben tener a su alrededor un perímetro libre de 15 metros.

“Para tener una idea, esto significa que alguien que desee poner un boliche en Concepción tiene que comprar tres terrenos y poner la disco en el sector del medio. Ninguno de los edificios de la ciudad puede cumplir con esa norma. Y tampoco hay demasiados lugares disponibles para hacer un emprendimiento de este tamaño”, detalló el concejal radical Carlos Olarte. “Es una ordenanza muy prohibitiva. No he visto una igual en toda la provincia. Esto está generando consecuencias muy dolorosas para la gente de Concepción porque los chicos salen a arriesgarse a las rutas”, sostuvo. Y añadió: “también las asociaciones civiles y clubes de barrio tienen prohibido hacer fiestas, salvo que la Intendencia haga una excepción y los autorice. Pero eso depende de quién se trate”, sostuvo Olarte.

“No es fácil”
Actualmente en Concepción hay un boliche y otras opciones, como bares y pubs. Estos sitios generalmente atraen a mayores de 20 años. “No es fácil abrir una disco en esta ciudad. Hace ocho años, por suerte, conseguí un espacio en el aeroclub, alejado de todo. Ahí había un bar, y rearmamos todo para que funcione como boliche. La casa más cercana está a 150 metros. Si no hubiera encontrado ese lugar hubiera sido imposible para mí trabajar. Necesitás mucha plata para comprar un súper terreno”, contó Ariel Rojano, dueño de Casamonte.

A Rojano no le parece bueno que haya tantas restricciones para los empresarios de la movida nocturna. Tampoco se siente a gusto con el hecho de ser el único bolichero de Concepción. “Lo mismo tengo competencia desleal; aquí hay muchas fiestas clandestinas”, sostuvo.

Más operativos
El intendente Osvaldo Morelli, por su parte, comentó que la diversión nocturna en Concepción está controlada. “Sí tenemos boliche, al cual van muchos jóvenes. Y la Policía hace bien los controles en esa zona del aeroclub donde funciona”, resaltó.

Asimismo, anunció que en poco tiempo sumarán más operativos para prevenir accidentes de tránsito cuando los jóvenes salen de bailar. “Se instalará una oficina de Transporte de la provincia aquí en Concepción. Habrá más controles, especialmente los fines de semana. Podremos usar el equipamiento que tenemos desde hace varios años para hacer pruebas de alcoholemia, pero que por falta de recursos no lo podíamos usar”, adelantó.



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