Los desafíos y el futuro de la educación jibarizados

Los desafíos y el futuro de la educación jibarizados

Poner al alumno en contacto con la realidad. Enseñarle a distinguir la información, del conocimiento y de la sabiduría. Robustecer la cultura del proyecto frente a cada problema. Promover el desarrollo de un espíritu crítico. Estos son algunos puntos de un posible decálogo para la educación en estos tiempos.

 la gaceta / foto de inés quinteros orio (archivo) la gaceta / foto de inés quinteros orio (archivo)
27 Abril 2014

Por Pedro Luis Barcia - Para LA GACETA - La Plata

Recuerdo el apólogo del sabio maestro chino de dibujo que fue convocado por el Emperador para esquiciar un cangrejo.* Pidió un año, y al vencerse, pidió otro más. A los dos años se presentó y frente al mandamás imperial, de un solo trazo en diez segundos y con la mano izquierda, dibujó un cangrejo perfecto con notable nitidez. Moriré en este intento cangrejal.

Me limitaré a señalar las metas que debemos alcanzar y proponer un decálogo de lo que necesitamos para mejorar el futuro de nuestra educación. Tengo, como se ve, aspiraciones de Moisés bonsái.

Decálogo de educación para este siglo

1 -Debemos poner al alumno en contacto con la realidad en todos los planos, para que se habitúe a distinguirla de lo virtual. Ello lo llevará a ejercitar la atención, que es una de las tres potencias debilitadas para el conocimiento en nuestro muchacho, y es la punta de la mente (aceis mentis), como dice Descartes. Con dos efectos: a) La dispersión lo caracteriza al adolescente, estimulada por las incitaciones simultáneas y variadas de lo electrónico. Le motivará la concentración.

b) La aplicación de la atención le permitirá superar las apariencias y romper la costra de lo superficial, a que lo acostumbra la cultura del espectáculo de la televisión e Internet.

2 -Enseñarle a distinguir la información, del conocimiento y de la sabiduría, según la acertada enunciación graduada de los versos de Thomas E. Eliot en el coro de La Roca.

a. Una de las formas de apampamiento del joven es la catarata informativa en cuyo magma se le hace imposible discriminar, seleccionar, jerarquizar e interpretar, cuando lee los diarios (que no los lee) explora o navega, como idionauta, no como cibernauta, por Internet. Ese ejercicio selectivo e interpretativo evita el corte y pega y el retroceso a la salita rosa virtual: corta y pega, ahora, con tijera y engrudo electrónicos.

b. Le revelará la falsedad enunciativa de “la Sociedad del Conocimiento”, como horizonte de expectativa, y que no es otra cosa que ciencia y técnica al servicio del producto económico.

3 -Un sostenido esfuerzo de enfrentar cada problema con un proyecto de solución, que le robustezca la cultura del proyecto y el sentido de lo teleológico, que le favorecerá:

a. La distinción de medios y fines, de lo servil o ancilar y lo sustantivo y esencial en lo real y en lo virtual.

b. La necesidad de integrar equipos de trabajo para el logro de objetivos.

c. La flexibilidad táctica y la habilidad estratégica en el proceso de avance hacia sus metas.

d. La conciencia de que el reloj debe estar al servicio de la brújula. Más orientación y nortes que horas acuciantes.

4 -El desarrollo de la personalidad del educando con tres esferas de atención preferentes: la axiológica, la emocional y la actitudinal.

a. Para que el muchacho y la chica ejerzan el primer señorío que es el de sí.

b. Para que oriente, y no occidente (occidere, caer), su vida hacia los valores fundamentales.

c. Para que evite el espontaneísmo (hacer lo que se le canta sin colnsideraciones de contexto y adecuaciòn) sin anular su espontaneidad.

5 -El desarrollo de un espíritu crítico y cuestionante constructivos y no arrasadores.

a. Que le desarrolla su naturaleza de ser semántico: anér estín zoon semantikón. La búsqueda de sentido en todo.

b. Ejercitarlo en la educación por la pregunta. Que, viva en la etapa inicial se amortece, adormece y muere gradualmente, en los estadios posteriores de nuestra educación, desde la primaria a la universidad.

c. Que lo habitúe a buscar el centro de cada cuestión, y lo demás se dará por añadidura.

d. Que convierta al muchacho y chica en inte-lectuales, etimológicamente hablando.

e. Buscar la integración del saber. Que priorice la totalidad de la circunferencia frente al fragmento o el gajo.

6 Que el alumno alcance un manejo firme del sistema de su lengua oral y escrito que le permita manejarse con seguridad en tres niveles: expresarse, comunicarse y dialogar.

a. La oralidad está casi excluida de la educación, y el hombre la usa en el 80% de su expresión y comunicación.

b. La educación por el diálogo y para el diálogo, dice Dewey, es la base de la democracia.

7 -Restaurar la responsabilidad y el respeto en el alumno.

a. Responsabilidad en su doble acepción latina: hacerse cargo de lo dicho y lo hecho y buscar respuestas a las cuestiones problemáticas que se le presenten.

b. Respeto: en su acepción etimológica: “mirar dos veces” las cosas antes de actuar, juzgar o estimar.

c. Una sensata conciencia de cumplimiento de las normas. La anomia es el cáncer de nuestra cultura argentina.

8 -Restaurar la autoridad del docente en su acepción etimológica: “aumentar, hacer crecer, pro-mover”, que es lo contrario del autoritarismo cuyo efecto es impedir el crecimiento y aplastar al otro.

a. Colaboración de los padres en esta tarea, en lugar de minar y destruir esa autoridad en gestiones a favor errado para sus hijos.

b. Para evitar el igualitarismo falso para el que todo es lo mismo: el piloto y el pasajero, la madre y el bebé, el docente y el alumno.

9 -Formación docente. Quita el sueño la misma pregunta compartida por Platón y Marx, en sus temibles modelos de sociedad: “¿Quién formará a los formadores?”.

a. Reorganización y revalución de los Institutos de Formación Docente. En el país hay 1.251.

b. Pero evitar la reductio ad unum, de un reductivismo hegemónico de un solo modelo de Instituto de Formación Docente que mate la diversidad y la creatividad necesarias, con peligrosa propuesta de uniformidad oficial que mate la libertad.

c. Que se revise y renueve la formación de los profesores en el nivel universitario.

d. Que se evite el falso maniqueísmo de buenos institutos de gestión oficial y mediocres institutos de gestión privada.

e. Que se prepare a los docentes en la alfabetización de los nuevos medios y en su manejo para la incorporación de ellos en la tarea educativa. Y en la articulación de las dos galaxias, la Gutenberg y la Fleming, del aula escolar y el aula sin muros, en tanto la linealidad del texto escrito y la simultaneidad yuxtapuesta de lo electrónico deben ser formas complementarias y no excluyentes.

f. Que se conciba la lengua como cemento curricular de toda enseñanza, y, con ello, todo docente sea modelo de lengua.

g. Que se consolide en la formación de los docentes la identidad cultural argentina.

10 -Adoptar políticas educativas de estado con contratos coparticipados de los diferentes partidos y fuerzas de opinión para asegurar continuidad a los empeños y planes.

a. Evitará los gestos extraviados nacidos de la cultura de trasplante, como en el caso de la LOGSE, en los años 90. Y potenciar los gestos de la cultura seminal y de cultivo.

b. Se evitará en las sucesivas “renovaciones” que hacen tábula rasa de lo anterior para marcar impronta de otra presencia política en el gobierno.

Complejo de Moisés

No alcanzaré a ver la tierra prometida de la utopía posible de nuestra educación renovada.

© LA GACETA

Pedro Luis Barcia - Presidente de la Academia Nacional de Educación, miembro de número y ex presidente de la Academia Argentina de Letras.

Nota

* Este texto inédito fue expuesto en una mesa redonda, en la Fundaciòn Navarro Viola, el 27 de junio de 2011 Se nos asignaron 20 minutos por participante. Cabe recordar el dicho, dudoso. de que la limitación genera virtud. Necesariamente, esta charla será aperitiva y no conclusiva. Aperitiva, según la frase sugestiva de Pascal: Vertu aperitive de la clé…

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios