Alfaro puso en riesgo la cita Alperovich-Amaya

Alfaro puso en riesgo la cita Alperovich-Amaya

Allegados al gobernador y al intendente capitalino dudan de que se concrete una reunión a solas. Había sido concertada antes de que el secretario de Gobierno amayista lanzara severas críticas contra el titular del Ejecutivo provincial

19 Abril 2014
Un nuevo cruce entre el alperovichismo y el amayismo tensó aún más la interna en el oficialismo con vistas a 2015. Las últimas declaraciones del secretario de Gobierno municipal, Germán Alfaro, irritaron al entorno del gobernador José Alperovich. El miércoles al mediodía, el funcionario de Domingo Amaya había criticado duramente a la gestión provincial y había criticado aspectos personales del titular del Ejecutivo.

Además de levantar una oleada de repudios, las palabras del amayista podrían cerrar una puerta de diálogo que se había abierto ese mismo día. Amaya y Alperovich habían acordado reunirse a solas durante la semana que comienza para limar asperezas. El breve encuentro había sido en el velorio del suegro del mandatario (Salomón Rojkés), pero el gobernador no estaba al tanto entonces de las palabras de Alfaro. Por esa razón, tanto fuentes de uno como de otro sector ponen en duda ahora que el encuentro se concrete.

“Se les va de las manos”

La ministra de Desarrollo Social, Beatriz Mirkin, había sido de las primeras en criticar a Alfaro. En declaraciones al programa de TV “Tucumán a las 7”, afirmó que las consideraciones personales implicaban cruzar una línea. “Por un lado está la cuestión pública, pero hay una cuestión que no se puede y no se debe sobrepasar, que tiene que ver con lo privado”, consideró. Hizo hincapié en la fe: “se puede decir que uno prefiere un candidato sobre el otro, pero no que lo hace porque uno tiene fe y el otro no, porque con eso está aludiendo a una cuestión religiosa”.

El legislador alperovichista Iván Llorens Dip también apuntó a eso. “Con la fe de cada uno nadie tiene que meterse. Es algo muy bajo. Se les está yendo de las manos la interna. En su momento, cuando fueron llamados a la Intendencia, tanto él como Amaya eran mano de obra desocupada”, cargó. Fue un poco más allá y recordó que “el conductor” es Alperovich y “sigue gobernando. Todos le deben a él el espacio que están ocupando”.

El parlamentario Regino Racedo opinó que las declaraciones no buscan más que un “posicionamiento político”. “Es legítimo, pero el conductor es Alperovich. Además, no hay que entrar en ese tipo de consideraciones personales”, cuestionó. Subrayó que es parte de la gestión por “convicción”: “Tucumán vivió un proceso político fuerte esta década, que fue muy provechoso para la provincia. Hay que seguir ese camino y evitar que las internas lo pongan en riesgo”.

Otros dirigentes consultados repudiaron a Alfaro, pero prefirieron no brindar declaraciones.

En las últimas semanas, el reclamo de la Municipalidad a la Provincia por una supuesta deuda de $170 millones y la aparición de pintadas con la consigna “Amaya 2015” habían caldeado los ánimos. En esa coyuntura, Alfaro afirmó que los problemas de la provincia no se solucionaban con “cordón cuneta” y había asegurado que el jefe municipal, en comparación con el titular del PE, era “mejor persona, ser humano y padre de familia. Es buen gestor y un hombre de fe”.

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