No hay inquietud, sí opiniones divididas

SANTIAGO DEL ESTERO (Enviada Especial).- Si es que en territorio santiagueño hay gente inquieta porque este domingo no podrán votar su candidato a gobernador, en la siesta, con sus 38.5 grados impiadosos, esa inquietud no se nota. Sí bullen, en distintos puntos de la ciudad, los bunkers políticos de oficialistas y opositores, colmados de votos que sólo servirán en parte, afiches y demás merchandising ad hoc.

Curiosidades de la política santiagueña: en este territorio no hay unidades básicas. Raro territorio en el que oficialistas (los radicales "K") y opositores se reclaman a sí mismos como herederos de la tradición de Alem e Irigoyen.

En la noche del martes, apenas se supo que la Corte Suprema de la Nación hizo lugar a un reclamo radical para frenar el intento reeleccionista de Gerardo Zamora, la militancia que lo apoya se hizo presente en las afueras del cuidado edificio de la Casa de Gobierno, que tuvo que ser remozado luego del "santiagueñazo". Pero en la mañana de ayer, la ciudad parecía haber retomado su calma tórrida. De todos modos, la charla informal con los santiagueños delata que hay calma, pero no indiferencia.

"Lo que ha hecho Zamora no lo ha hecho nadie", dicen por lo menos dos taxistas. En la esquina de la Plaza Libertad, en remodelación, tres jóvenes venden frutillas de Lules en su carro, a $ 12 el kilo. Nadie pasa por allí en la impiadosa siesta santiagueña. ¿Qué opinan del traspié del gobernador?, "Una lástima", dice Adrián. Y Ángel y Cristian lo apoyan.

En cambio, el revistero de la cuadra asegura que "a los santiagueños solo les interesa que les paguen el sueldo a fin de mes". En un bar, tres hombres de edad mediana que dicen ser profesores de arte se excusan de opinar. "Qué tema", es la respuesta.

En la caminata por el centro santiagueño se cruzó Nilda Sánchez, una chica locuaz , apasionada por la política y testigo privilegiada de este momento político de la provincia. Ella estudia Sociología, trabajó como encuestadora para una consultora, apoya la no reelección. "Estoy a favor de lo que dice la Justicia, porque están violando una disposición constitucional. Es algo inédito lo que ha pasado anoche. En Santiago estamos en una etapa de transición, y hay un poder hegemónico pero no hay una oposición fuerte. Yo he hecho encuestas para una consultora, y la gente está a favor de Zamora. Pero me preguntaban: a quién quiere que vote. Con Zamora avanza la provincia", explicó Nilda.

"Sin embargo, en el interior hemos hecho un seguimiento de tipo etnográfico, y han habido importantes cambios en la infraestructura física en hospitales y en escuelas. Pero hay serias falencias en recursos humanos", concluye en su relato.

"Zamora se equivocó", asegura el "tachero" mientras cruzamos el Parque Aguirre, donde se fundó la "Madre de ciudades". Por qué, fue la consulta. "Se ha confiado demasiado. Tendría que haber llamado a un plebiscito para reformar la Constitución. Y lo ganaba caminando", responde el taxista, con esa vehemencia de hombres políticos "de los de antes".