No hay respuestas del Estado frente a la crisis

Gustavo Frías Silva
Por Gustavo Frías Silva 11 Octubre 2013
Los problemas siguen apareciendo en todo el sector productivo y lo están sufriendo los hombres dedicados a la explotación agropecuaria nacional y regional, pero las autoridades nacionales y provinciales hacen oídos sordos a sus reclamos. Hoy sólo ven las próximas elecciones y poco les preocupa lo que pueda suceder con la actividad. A nivel país hay reclamos permanentes contra las políticas que aplica el Gobierno nacional. No sólo para los productores de la Pampa Húmeda, sino que esos reclamos se generalizaron. Y las economías regionales no están exentas de las quejas.

Hay en nuestra provincia, y en la región, una campaña gruesa que terminó con grandes pérdidas para muchos productores y, con la sequía que continúa; no se sembró ni trigo ni garbanzo, como para recuperar algo de lo que el verano no dio. El problema siguió porque en el invierno tampoco cayó agua, y la situación es cada vez mas crítica.

Los productores cañeros y los industriales azucareros navegan en la incertidumbre, a pesar de que el precio logró subir algo, luego de que las estimaciones de azúcar producida cayeran desde el 1,7 a 1,22 millón de toneladas, por los efectos de la seca y de las heladas.

El precio se acomodó, pero es solo un alivio para algunos, ya que los efectos de la naturaleza perjudicaron a la mayoría de los productores cañeros tucumanos.

La actividad citrícola también terminó golpeada, no sólo por la baja rentabilidad que está teniendo, debido sobre todo al alza excesiva de los costos y a la pérdida de productividad por el clima tan adverso. El sector está preocupado, porque el mercado del fresco y la industria tienen precios "clavados" y los costos siguen creciendo.

La situación que atraviesa el ámbito productivo tucumano preocupa a todos, pero se suma de manera abrupta el avance de la negada inflación y la presión tributaria, que contribuyen a que el estado de incertidumbre siga creciendo. Los productores tienen en claro que los acontecimientos climáticos forman parte del juego, y saben soportar estas situaciones que dependen pura y exclusivamente de la naturaleza. Pero lo que genera una mayor tensión son los aspectos relacionados a la pérdida total de competitividad, de prácticamente todas las actividades.

Los productores y las entidades que los agrupan afirman que entre los factores que afectan la competitividad de las empresas agropecuarias, están el incremento permanente de los costos de producción, el tipo de cambio desfasado, la fuerte carga tributaria, el avance sobre la renta del productor y los altos costos de los fletes. Hoy, las economías regionales están muy golpeadas, y si esta situación continua será difícil revertir el contexto de crisis y los problemas de quebranto aparecerían rápidamente.

Problemas comunes
Existen explotaciones afectadas por lo comentado líneas arribas. Son muchas las empresas que generan mano de obra transitoria o permanente, y derraman sus ingresos, de manera permanente, en las zonas y regiones en las que se encuentran. Existe una gran diversidad de actividades afectadas que están dentro de las economías regionales, pero todas tienen problemáticas similares y comunes que deben solucionarse. Se debe, entonces, tener en cuenta el aspecto macroeconómico en que se desarrollan y permitir al productor que recupere competitividad.

Lo cierto es que las empresas o emprendimientos de distinta índole y tamaño tienen y pasan por similares situaciones comunes, como la mínima participación del productor agropecuario en el valor generado por la venta final del producto.

Otro ejemplo, es que los productores de economías regionales enfrentan un costo de logística y flete que superan ampliamente al los del resto del país y que la presión fiscal, no solo nacional sino también la provincial, asfixia a los cultivadores regionales. Por eso, es importante que el Gobierno nacional ponga en marcha una política ferroviaria para el NOA, que permita disminuir los costos y, así, equilibrar algo la competitividad.

Es fundamental que todas las decisiones sobre políticas agropecuarias no se tomen de manera uniforme en todo el país, sino que se evalúe a cada región. Todos los procesos productivos en la región tienen gran importancia para las provincias que integran el NOA. En Tucumán, la producción de caña de azúcar, la citrícola y la de granos tienen vital importancia en la economía provincial y son netamente regionales. Así que la vara con que se mide al país no debe ser la misma.

Es necesario que las autoridades tengan en cuenta que el NOA y Tucumán deben tener una política bien diferenciada para las producciones regionales, ya que si se sigue en el rumbo actual, serán cada vez más los productores que quedarán en el camino.

Es fundamental que las autoridades provinciales sepan cómo hacer llevar estos reclamos a las autoridades nacionales, para el bien de Tucumán.

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