Destinos contrapuestos

Destinos contrapuestos

Mohamed, que llegó a estar 3°, abandonó; Rodríguez sumó su primer punto en una final.

COMPETITIVO. Lucas Mohamed estuvo muy cerca de sumar muchos puntos. Se frustró al final. COMPETITIVO. Lucas Mohamed estuvo muy cerca de sumar muchos puntos. Se frustró al final.
16 Septiembre 2013
Las impredecibles reglas del automovilismo quedaron bien patentes ayer en la final de la Clase 2 del Turismo Nacional, corrida bajo la lluvia en el autódromo "Rosamonte" de Posadas. A metros del final, cuando venía a punto de reconquistar el 4° lugar, Lucas Mohamed (VW Gol) sufrió un aparatoso fuera de pista que dejó varios daños en su coche. Y Matías Rodríguez (Gol), que era un sobreviviente de la batalla bajo la tormenta, logró acceder al 20° lugar, con lo cual sumó su primer punto en la categoría, durante una final.

Lo de Mohamed fue una montaña rusa de emociones. La felicidad de largar entre los de adelante la había puesto de manifiesto el sábado. Pero también había advertido: "en condiciones así nunca se sabe qué puede pasar".

Largó la final y ya en la primera vuelta subió al tercer lugar. "Casi no tenía chances de avanzar más, porque los dos de adelante, Adrián Percaz y Leandro Vallasciani (N. de la R: finalmente 1° y 2°), estaban más firmes en una pista cambiante, difícil. Pero bueno, la ilusión nunca se pierde", contó el yerbabuenense. Y entonces fue por algo más...

Luego del doble ingreso del auto de seguridad, que hizo de la competencia un espectáculo anodino, se produjo el relanzamiento y Mohamed buscó su chance. "Con un auto en perfecto estado me la jugué. La lluvia era cada vez más fuerte y, de pronto, se produjo un bloqueo en las ruedas, el Gol hizo un semitrompo y se paró el motor. Por suerte logré hacerlo arrancar sobre la marcha. Pero había perdido posiciones, Quedé 6°" relató sobre lo sucedido en el giro 12.

Luego, fue cuestión de volver a tomar confianza. Y a atacar de nuevo. "Me puse en los escapes del Renault Clio de Luciano Bosio, luego lo pasé. Y tenía a Jorge Possiel, con su Chevrolet Corsa, a tiro. Calculé una maniobra. Todo pasó rápido. La visibilidad era escasa, pero confié en que lo lograría. Pero me quedé sin pista, las ruedas pisaron la pintura de demarcación, se desestabilizaron y perdí el control del auto. Iba a unos 200 kilómetros por hora, solo atine a aferrarme al volante", relató.

El Gol salió despedido. Atravesó dos carteles publicitarios, aminoró su marcha en la tierra arada y acabó por golpear de costado contra un paredón. En un instante, el radiador, la trompa, un amortiguador, una mangueta, el parabrisas, parte del techo y los laterales, entre otras cosas, sufrieron daño. "Creo que me presioné demasiado por buscar un mejor resultado. Podría haber especulado, no sé. Más bronca me da por la posibilidad perdida y por la rotura del auto, que la lucha por el campeonato", reflexionó.

Rodríguez era la contracara. "Me saqué un peso de encima, y bajo la lluvia. Para nadie fue sencillo correr, mucho menos para los que estábamos atrás en el pelotón por el spray que se levantaba. Yo traté de andar prolijo, y de que nadie me toque", contó.

Matías consideró que dio un salto de calidad en la prueba de Las Termas. "Ahora lo confirmamos. Pienso que puedo iniciar una nueva etapa, en la que hay que ser constantes. Estar así en el TN no es tarea sencilla", finalizó.

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