Jinete con guardamontes

Jinete con guardamontes

Juicios del viajero Pablo Mantegazza.

LOS GUARDAMONTES. Especie de gran escudo de cuero puesto a horcajadas sobre la silla, lo describía Mantegazza. LA GACETA / ARCHIVO LOS GUARDAMONTES. "Especie de gran escudo de cuero puesto a horcajadas sobre la silla", lo describía Mantegazza. LA GACETA / ARCHIVO
"Hemos dejado en Trancas al último gaucho. El campesino que se encuentra más al norte es un arribeño, hombre del alto; y éste llama, a los de las provincias meridionales, abajeño, hombre del bajo", escribía el médico Pablo Mantegazza en su libro de viajes editado en 1876.

"Es verdad -agregaba- que los argentinos de la pampa llaman arribeños aún a los cordobeses y tucumanos; pero el vulgo llama loros a todas las aves que se parecen al 'psitacus parlero', huésped de nuestras casas, mientras que el naturalista encuentra en esos papagayos géneros diversos y centenares de especies". Así, Mantegazza pedía permiso para atribuirse "el derecho de llamar arribeño sólo al habitante de Salta y Jujuy".

El gaucho de esas provincias, "obligado a perseguir los caballos y los animales bovinos por la espesura de los matorrales y las selvas, debe agregar a su recado, que ya conocemos, el guardamonte, especie de gran escudo de cuero que puesto a horcajadas sobre la silla, baja por delante y hacia ambos lados, para proteger las piernas del gaucho de las espinas de los árboles".

Añadía Mantegazza que "este estorbo quita ya al argentino la prontitud de los movimientos y el aspecto libre del hombre del desierto, y el que ahora vemos con guardamonte puede ser llamado, sin escrúpulo, un semi-gaucho". Pero "si el estorbo disminuye la agilidad del argentino, no le arrebata nada de la insolente independencia del carácter moral del gaucho".

A juicio de Mantegazza, "el arribeño es un boliviano argentino, porque sirviendo de paso a estos dos tipos americanos, los reúne y confunde", con "su impasibilidad" y "su aire hosco y tenebroso".

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