Talía. Ella fue una de las responsables de la portada de LA GACETA de hoy. Ella y Melpómene. Esas musas parecen haber influido sobre las noticias de este domingo bipolar. Ambas son el símbolo universal del teatro. A la primera corresponde la máscara que ríe, porque Talía encarna la comedia. La fiesta la define. Melpómene, en cambio, inspira la tragedia. Carga en sus manos, según las antiguas representaciones, una corona y un puñal y un cetro. Y ambas campean en nuestra página primera. En la Fiesta del Yerbiao, perdida y ahora resucitada en el desierto verde de La Ciénaga vallista. Y en los 232 muertos en el boliche de Brasil. Y en el récord de Messi. Y en la inseguridad en Tucumán... Las musas, además, aparecen unidas en el acuerdo de la Argentina con Irán para revisar la causa AMIA. El Gobierno lo celebra, mientras familiares de las víctimas del atentado lo cuestionan. En el teatro de la vida, la comedia y la tragedia ejercen un reinado compartido. En nuestra tapa, también.








