"Me quemaban con encendedores", aseguró la mujer secuestrada por la periodista

"Me quemaban con encendedores", aseguró la mujer secuestrada por la periodista

Sonia Molina dio detalles de los tormentos a los que dijo que era sometida. Aseguró que le echaban insecticida en los ojos.

SECTA. Heit y su marido participaban de un culto evangélico. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM SECTA. Heit y su marido participaban de un culto evangélico. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM
22 Noviembre 2012
BUENOS AIRES.- Sonia Molina, la mujer que acusó a una periodista de Coronel Suárez y a su marido de haberla secuestrado y torturado durante tres meses en su casa, contó que durante su cautiverio la quemaban "con encendedores" y le rociaban los ojos con desodorantes e insecticidas en aerosol.

Además, al hablar por primera vez desde que se conoció su drama, aseguró que regresará a su pueblo de Río Negro cuando logre recuperarse y reveló que aún continúa con estudios a raíz de una lesión auditiva debido a los golpes.

Molina permanece en el Hospital Municipal de Coronel Suárez recuperándose de múltiples heridas. Desde allí reveló que, entre las torturas a las que fue sometida, le echaban aerosol en los ojos, insecticidas y desodorantes de ambientes "como los que van pegados a la pared".

"Era para que no viera, porque se les ocurría o para joderme la existencia", manifestó, en breves declaraciones al portal de noticias La Brújula 24 de Bahía Blanca.

Molina denunció que fue secuestrada a fines de agosto último por la periodista Estefanía Heit y su marido, Jesús Olivera, quien se presentaba como pastor evangélico y a quien la víctima conoció en su ciudad de origen, Río Colorado, en la provincia de Río Negro.

La mujer logró escapar en el límite de sus fuerzas el 12 de noviembre, luego de tres meses de reclusión en la vivienda de la pareja, en Gran Bourg 1823 de Coronel Suárez, en el sur bonaerense.

Molina dijo al medio bahiense que aún se está recuperando de las lesiones de los pies. "Son quemaduras que me las hacían con encendedores", recordó. Además, "me van a seguir haciendo estudios porque todavía tengo muy inflamada la zona de los oídos, tengo como un zumbidito. Ellos me pegaban con los codos", manifestó.

Asimismo, confirmó que durante su cautiverio bajó 20 kilos, pero se negó a hacer referencia a los abusos sexuales a los que, según su denuncia, la sometió Olivera.

Finalmente, la mujer aseguró que cuando salga del hospital de Coronel Suárez regresará a su ciudad, Río Colorado, donde reside su hija de 10 años y el resto de su familia.

La causa comenzó a ser investigada por la fiscal Claudia Lorenzo, en reemplazo de María Marta Corrado, quien asumirá el caso en las próximas horas. (DYN)

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