Deja vú, pero al revés

Deja vú, pero al revés

Cardenales revivió la final del Regional, pero esta vez la historia tuvo el final que esperaba.

SIN CONCESIONES. Lisandro Ahualli representó enorme la actitud ofensiva de Universitario, pero Cardenales fue contundente. SIN CONCESIONES. Lisandro Ahualli representó enorme la actitud ofensiva de Universitario, pero Cardenales fue contundente.
La vida tiene un sinfín de libretos para cada situación, pero algunos de ellos merecen ser vueltos a ver de vez en cuando. Y así lo entendió el destino, que para la semifinal tucumana del Torneo del Interior eligió una cadena de acontecimientos muy similar a la que destrozó los nervios de todos los que asistieron la final del Regional: otra vez un partido trabadísimo, sin concesiones ni certidumbres, con un escenario embravecido por un público en éxtasis y una feroz batalla entre dos de los packs de forwards más poderosos del país. Y otra vez Cardenales en el medio, sufriendo hasta el límite de lo posible, agarrándose la cabeza por la súbita resurrección de los fantasmas de los que creía haberse exorcizado.

Pero como en el juego de las siete diferencias, lo que parecía igual en realidad no lo era. Esta vez fue el "purpurado" el que terminó a los abrazos y su rival el que se quedó desahuciado. El ajustadísimo triunfo (27-25) le permite a "nales" acceder a su cuarta final en el certamen interregional.

El partido no fue vistoso. Abundaron las imprecisiones, los knockones, los pases sin destino fijo, los lines defectuosos y los kicks apresurados, nerviosismos propios de una final disfrazada de semifinal. En el primer tiempo, Universitario propuso mucho más, pero Cardenales fue más contundente y aprovechó cada oportunidad para facturar.

En el complemento llegó la parte de mayor contenido emocional: el local pasó al frente de arranque, pero la "U" apeló a los cambios y logró remontar.

La última media hora fue un palo y palo constante, hasta que los de Ojo de Agua silenciaron por completo a casi todos con un try a falta de un minuto que lo dejó un punto por encima.

Pero "nales" no se dio por vencido: luchó hasta el final, forzó el penal y cuando la guinda cruzó la hache por el medio, el pueblo "purpurado" pudo soltar el grito que tenía atragantado desde aquella amarga tarde de septiembre.

Doblarse pero no quebrarse: esa fue la filosofía de "nales". En lugar de derrumbarse por el try en contra a falta de un minuto, no bajó los brazos y siguió buscando hasta escuchar el silbato final. Y tuvo su recompensa.

Ambos se repartieron la posesión de pelota. Uni fue más en el line, casi con una precisión del 100%, pero Cardenales dominó el scrum. Los de Ojo de Agua llevaron el juego a campo contrario todo el primer tiempo sin capitalizarlo.

A esta altura ya no resulta ninguna novedad, pero la efectividad de Germán Núñez a la hora de patear a los palos resultó vital para su equipo. "Chicho" aportó 17 puntos, (cinco penales y dos conversiones)

Las amonestaciones que sufrió Uni fueron importantes para "nales". La del primer tiempo le permitió ganar equilibrio en un momento difícil, y en el segundo le abrió el claro por donde llegó el try de Francisco Granata.

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