18 Noviembre 2012
ALEGRÍA Y DEVOCIÓN. Calculan que más de 90.000 personas acudieron a la celebración presidida por el cardenal Angelo Amato. DYN
"La venerable sierva de Dios María Crescencia, virgen, religiosa, profesa de la congregación de las Hijas del Huerto, que testimonió la caridad evangélica con sencillez, humildad y dulzura, de ahora en adelante será llamada beata". La voz del cardenal Angelo Amato -leyó el decreto de Benedicto XVI- les hizo brotar sonrisas y lágrimas de alegría a los más de 90.000 peregrinos que ayer se congregaron en la porteña ciudad de Pergamino.
"¡Ese fue el momento más emocionante de la ceremonia! En ese instante se descubrió una imagen enorme de María Crescencia Pérez que todos aplaudimos llorando y abrazándonos. Había italianos, chilenos, brasileños y peregrinos de todo el mundo", contó desde un teléfono celular y con la voz aun tomada por la emoción la tucumana Mónica Silvana Benzi, ex alumna y ex docente del Colegio del Huerto.
Más de dos centenares de tucumanos estuvieron en la ceremonia que comenzó ayer a las 11, presidida por el nuncio apostólico y otros sacerdotes. Como en Pergamino ya no había alojamiento muchos durmieron en pueblos vecinos, como San Nicolás de los Arroyos.
"El viernes a la noche realizamos una vigilia de oración frente al colegio donde descansa el cuerpo incorrupto de la beata", contó la peregrina tucumana Sandra Clemente. "Se realizó una procesión y hubo presentaciones artísticas. Todo esto antes de ir al predio del Circuito Panorámico, donde se ofició la misa", contó.
Otro dato que entusiasmó al público fue cuando el cardenal Amato anunció que por decisión del Papa la fiesta litúrgica de la beata será el 20 de mayo. Al terminar el ritual, María Sara Pane, cuyo testimonio de curación milagrosa fue decisivo para la beatificación, se acercó al altar con una reliquia de la beata. En tanto que el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, solicitó al enviado papal la inscripción de Crescencia Pérez en el Libro de los Beatos. "Sor Dulzura" como le llamaban, fue la segunda beatificada en el país, después de Ceferino Namuncurá, y la séptima argentina declarada beata. (DyN-DPA-Especial)
"¡Ese fue el momento más emocionante de la ceremonia! En ese instante se descubrió una imagen enorme de María Crescencia Pérez que todos aplaudimos llorando y abrazándonos. Había italianos, chilenos, brasileños y peregrinos de todo el mundo", contó desde un teléfono celular y con la voz aun tomada por la emoción la tucumana Mónica Silvana Benzi, ex alumna y ex docente del Colegio del Huerto.
Más de dos centenares de tucumanos estuvieron en la ceremonia que comenzó ayer a las 11, presidida por el nuncio apostólico y otros sacerdotes. Como en Pergamino ya no había alojamiento muchos durmieron en pueblos vecinos, como San Nicolás de los Arroyos.
"El viernes a la noche realizamos una vigilia de oración frente al colegio donde descansa el cuerpo incorrupto de la beata", contó la peregrina tucumana Sandra Clemente. "Se realizó una procesión y hubo presentaciones artísticas. Todo esto antes de ir al predio del Circuito Panorámico, donde se ofició la misa", contó.
Otro dato que entusiasmó al público fue cuando el cardenal Amato anunció que por decisión del Papa la fiesta litúrgica de la beata será el 20 de mayo. Al terminar el ritual, María Sara Pane, cuyo testimonio de curación milagrosa fue decisivo para la beatificación, se acercó al altar con una reliquia de la beata. En tanto que el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, solicitó al enviado papal la inscripción de Crescencia Pérez en el Libro de los Beatos. "Sor Dulzura" como le llamaban, fue la segunda beatificada en el país, después de Ceferino Namuncurá, y la séptima argentina declarada beata. (DyN-DPA-Especial)
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