Las aguas cloacales son una tortura

Las aguas cloacales son una tortura

En el barrio Soldado Tucumano llegan y se acumulan todas las aguas servidas de otras zonas. Las lagunas eternas.

OLOR. Los vecinos no se acostumbran a convivir con la podredumbre. OLOR. Los vecinos no se acostumbran a convivir con la podredumbre.
19 Octubre 2012
Parece una broma, pero a los vecinos nos les da ni cosquillas. Deben convivir todos los días con las lagunas de agua cloacal que bajan desde otros barrios y que por la pendiente se estancan en sus calles. El barrio Soldado Tucumano está formado por seis manzanas y unas 300 familias viven allí desde hace unos 20 años.

Reciben los desechos cloacales de La Milagrosa y de otras zonas de Banda del Río Salí, que corren por los cordones cuneta y se van estancando en los badenes y desniveles de las calles de tierra. Ni el caps 17 de Octubre se salva. Las aguas servidas -muy leales- nunca abandonan su puerta. Es, quizás, el charco más grande, y se encuentra sobre la calle principal del barrio, la Perú.

"El olor es nauseabundo. No se puede vivir y durante el verano es un foco de mosquitos. Ya le pedimos varias veces al intendente de la Banda que nos solucione el problema", se quejó Dolores Ávila. Juan Martínez vive en la zona desde hace más de 30 años y dice que siempre sucedió lo mismo. Parece resignado, pero en su voz resalta la indignación.

Ellos, junto a otros vecinos, afirman que juntaron firmas para que les arreglaran las calles, pero que después las usaron para conseguir la personería jurídica del Centro Vecinal y la autoproclamación de Emilio Álvarez como presidente.

Según comentaron, el centro se armó de un día para el otro y Álvarez se presentó como el presidente. Pero ellos no se sienten representados por él.

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