Saqueos que quedaron impunes en el tiempo

Saqueos que quedaron impunes en el tiempo

10 Octubre 2012

Josefina Ferrer - Comisión de Padres de la Provincia

El vandalismo no respeta nada, arrasa con todo, y lo peor es cuando se manifiesta vestido de autoridad. Durante la lucha educativa en pos de que se cumpla la Ley Federal de Educación, allá por el año 2001, en el Colegio Nacional "Bartolomé Mitre", escuché relatos de personas que habían sido testigos de las mejores épocas de esa institución. Algunos contaban acerca de las sólidas rejas, imponentes, de un hierro renegrido y firme que le daban al edificio un aire señorial y que un día desaparecieron. Dicen que fueron objeto de un trueque arbitrario y fuera de la Ley.

Incluían en sus historias el impresionante archivo de documentaciones valiosísimas de los registros y memoria de la institución, que se llevó el camión de la basura, ante la vista perpleja de la comunidad educativa. Según dicen, los blancos mármoles de Carrara no tuvieron mejor suerte. Estos revestían las paredes del sofisticado Laboratorio de Física, cuyos equipos habrían sido vendidos con el paso de los años. Especulan que alguien salvó los mármoles, pero para adornar alguna vivienda. Tampoco se sabe qué fue de los animales embalsamados por eximios taxidermistas del Instituto Lillo, que ocupaban un lugar privilegiado en el museo instalado en donde hoy funciona la secretaría del colegio. Ni se sabe lo que ocurrió con las instalaciones del histórico Observatorio Astronómico, único en un establecimiento educativo. Contaban de los cuadros que con imponentes marcos dorados a la hoja, exhibían ilustres rostros de ex rectores que hicieron historia. Dicen que el mobiliario era bello, de gran estilo, y de fuertes y olorosas maderas como las del aromo que aún sobrevive en una de sus esquinas.

Y para rematar, despertando suspiros de nostalgia, se preguntaban cuál habría sido el destino final de dos hermosos pianos -uno de media cola-, que un día fueron sacados por la calle Maipú y nunca volvieron a ser escuchados. ¿Vendidos o apropiados? ¡Quién sabe! El vandalismo también parece nacer dentro de las organismos educativos y con anuencia del poder de turno.

Hechos como este ocurren en no pocas escuelas con tradición que fueron saqueadas impunemente. Atónita observo como ciudadana, la indiferencia y la falta de sanción ante ilícitos como este. Por eso, la historia se repite. Y multiplica.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios