Tangos para escuchar... y bailar

El quinteto Cinco Esquinas regresará al escenario de la sala Caviglia, y como ha sucedido en otras oportunidades, muy posiblemente los milongueros no se quedarán en las butacas y se largarán a bailar al ritmo del 2x4. "Entendemos al tango no solamente como un género para ser bailado, sino también para ser escuchado. Tocamos en milongas y teatros, pero siempre pasa que en estos últimos la gente no se aguanta, y se pone bailar", le contó a LA GACETA el director de la agrupación y pianista Andrés Rosconi.

El quinteto hunde sus raíces en Alfredo Gobi, Horacio Salgán y Astor Piazzolla, pero no se limita a interpretarlos, sino que aporta sus propios arreglos. "Son elaborados, los estudiamos mucho, pero tienen ese objetivo: que al público le guste escuchar, tanto al que baila como a aquel que se queda sentado", comentó Rosconi. "Hay guiños a Salgán", admitió.

Cinco Esquinas se formó en 2005 y además, está integrado por Sebastián Agüero en bandoneón, Pablo Suárez en guitarra, Sebastián Mendizábal en violín y Marcelo Urban en contrabajo. Cuando se le pregunta al director sobre los estilos, no duda en responder que son diversos: "buscamos imprimirle un estilo al tango de todas las épocas, desde los comienzos arrabaleros hasta las innovaciones de Piazzolla, es decir que comenzamos en 1920". Con una mirada puesta al pasado y otra al presente, el grupo le pondrá ritmo a inolvidables temas como "Presencia tanguera", "La cumparsita" y "Nostálgico", pero también a "Libertango".

La de esta noche será la quinta presentación del grupo en Tucumán. Para gran parte de los tangueros son viejos conocidos, a punto tal que, según Rosconi, recibieron durantes los últimos días varias llamadas y comunicaciones de grupos de baile o de parejas que piden ser de la partida. "Aunque sea en el teatro, para nosotros está todo bien: que suba la gente al escenario", destacó.