Pablo Alarcón se convierte en un moderno Edipo

Pablo Alarcón se convierte en un moderno Edipo

Junto a Sandra Ballesteros presentarán la obra "Edipo.com". Una mirada curiosa e irónica sobre el clásico.

Pablo Alarcón se convierte en un moderno Edipo
03 Agosto 2012
Es tal vez una de las tragedias más representadas del mundo. Pero eso no quiere decir que llevarla a escena sea una cosa sencilla. Eso lo saben muy bien los reconocidos Pablo Alarcón y Sandra Ballesteros, quienes presentarán en Tucumán una nueva versión del clásico "Edipo Rey", de Sófocles.

La pieza, llamada "Edipo.com", propone una mirada curiosa e inteligente sobre el primer thriller de la historia, según adelantaron los mismos productores. Se trata de una pieza italiana escrita por DeGioele Dix y Sergio Fantoni, que se presentó con gran éxito en Buenos Aires y que está efectuando una gira por el interior del país.

En la historia, el personaje principal es un intelectual neurótico y enfermo, que se refugia en una clínica en busca de su salud perdida, pero deja entre sus pertenencias más preciadas un texto de Edipo. Y aparece una interesante mujer, que es su enfermera, interpretada por Ballesteros, a quien él convence para que interprete a Yocasta, porque quiere escuchar su voz. Ella tiene la obligación de cuidarlo y, sin darse cuenta, pronto se pierde en la locura de su paciente. Así, casi sin que el público note el cambio, se empieza a representar la historia de Edipo de una manera muy original y con una mirada curiosa e irónica.

Alarcón, quien supo ser un actor fetiche de telenovelas en las décadas del 70 y 80, descubrió a los 66 años su pasión por los clásicos de la tragedia griega. Tanto, que cuando decidió llevar a una sala independiente la obra se anotó en un taller con el maestro de actores Augusto Fernández para entender cómo había que abordar una historia que se escribió hace más de 25 siglos.

Edipo era un rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta que, sin saberlo y por obra del destino, termina matando a su propio padre y casándose con su madre. Al descubrir esta atroz realidad, Edipo se arranca los ojos.





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