"El celular y la tablet son, para mí, lo que para otros el pico y la pala"

Dos definiciones de Ana Catella (36 años) delinean acabadamente la incidencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en su trabajo y en su vida. "Me manejo muchísimo con el celular", es su primera afirmación. "Mi día laboral termina cuando duermo y empieza cuando abro los ojos", es una de sus conclusiones.

Una de las preguntas que la encargada de Comunicación de la Federación Económica de Tucumán formula al auditorio cuando dicta cursos de capacitación sobre redes sociales y manejo de la comunicación institucional es si corresponde seguir conectado a Twitter y Facebook, mediante las cuentas de la entidad para la que se trabaja, durante los fines de semana. "Mi respuesta es 'sí'. Si tengo información, la vuelco sábados, domingos y feriados", confiesa.

"Me levanto a las 7 y lo primero que hago es agarrar el telefono. Antes de levantarme, chequeo todo. Sólo después pongo la pava en el fuego, prendo la computadura y desayuno... con la computadora al frente -admite, jocosa-. Sólo después salgo a la calle y vengo a la oficina, que es cuando, oficialmente, empieza mi horario de trabajo".

"Me encanta lo que hago y no me molesta dedicarle todo el día. Ser soltera también me facilita ese trajín, porque a mi entorno social no le gusta esa dinámica. En las vacaciones, desde la FET me mandaron el material para un newsletter: cuando terminé de revisarlo, eran las cinco de la tarde, se había nublado y la gente que estaba conmigo se quedó sin ir a la playa. A veces pasa -se disculpa-. Pero el smartphone y la tablet son, para mí, lo que para otros el pico y la pala".