El clero niega sospechas sobre un cardenal

El clero niega sospechas sobre un cardenal

La intensa lucha por el poder dentro de la Iglesia Católica se vincularía con las diversas estrategias para la sucesión del papa Benedicto XVI. El detenido mayordomo Gabriele es considerado por la prensa un mero ejecutor de las filtraciones, pero no el cerebro de la operación. Escandalosa trama de corrupción

29 Mayo 2012
ROMA.- Un cardenal, cuyo nombre no trascendió aún, se transformó en el actor principal de la trama de filtraciones de documentos secretos de la Iglesia Católica conocida como Vatileaks. "Un cardenal guió al cuervo (la persona que filtró los documentos)", tituló ayer el periódico romano Il Messaggero, mientras que el diario milanés Corriere della Sera señaló que habría "un cardenal entre los denunciantes anónimos", y lo menciona como el responsable de manipular a Paolo Gabriele, el mayordomo del papa Benedicto XVI, al punto que el empleado vaticano detenido desde la semana pasada sólo sería un ejecutor de la maniobra.

Esta versión obligó a una reacción oficial, a través del vocero papal, padre Federico Lombardi. "Desmiento categóricamente que se sospeche de un cardenal, italiano o no. Ninguno está siendo investigado y tampoco una mujer (trabajaría en el servicio doméstico vaticano), como escribió la prensa", agregó, aunque admitió que prosiguen los interrogatorios a funcionarios y responsables.

El portavoz invitó a la prensa a mantener "la sangre fría" y conservar la "objetividad" ante el escándalo. "El Papa está herido y es consciente de la gravedad de la situación", sostuvo. Hace un mes se creó una comisión investigadora para aclarar las indiscreciones que desde enero afectan al clero, en el caso conocido como Vatileaks.

El abogado del mayordomo preso, Carlo Fusco, dijo que su cliente está dispuesto a colaborar con la Justicia vaticana con el fin de "establecer la verdad". "Se encuentra sereno y tranquilo", señaló. Cuando la Gendarmería del Vaticano (fuerza policial de 150 hombres) arrestó a Gabriele, encontró documentos secretos en su domicilio. Está alojado en una de las tres salas de seguridad que existen en la Gendarmería, ya que no hay celdas en el Vaticano.

Un religioso, interrogado por el matutino La Repubblica, consideró que quien organizó la difusión de los documentos secretos "actúa en favor del Papa". "El objetivo de los autores de los anónimos es revelar la corrupción que hay en la Iglesia en los últimos años. Los verdaderos cerebros son los cardenales. Y luego hay monseñores, secretarios y peces menores", sostuvo.

A criterio del entrevistado (quien pidió no ser identificado) entre los infiltrados "están los se oponen al cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone; los que piensan que Benedicto XVI es demasiado débil para dirigir la Iglesia, y los que creen que es el momento oportuno de destacarse", pensando en la sucesión del Papa.

Los documentos confidenciales develados contienen numerosos debates internos, como la situación fiscal de la Iglesia; los escándalos de pedofilia dentro del movimiento de los Legionarios de Cristo; casos de nepotismo y de corrupción en contratos; las querellas y rencores que existen entre diversos cardenales y autoridades religiosas, que se acusan unos a otros y luego recurren al Papa para dirimir los conflictos; e incluso la situación del destituido presidente del Instituto para las Obras de Religión (conocido como el banco del Vaticano), Ettore Gotti Tedeschi, quien tenía papales secretos del pontífice.

Según expertos en el Vaticano, Gabriele, un hombre que siempre se mostró muy apegado al Papa, no parece ser capaz de organizar en solitario la filtración coordinada de documentos. Por este motivo, los investigadores están buscando posibles cómplices del mayordomo, según admitió el poderoso cardenal guineano, Robert Sarah, a la prensa (ver "Opinión"). (AFP-DPA-Télam)

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