Vaticano: estiman que habrá más detenciones

Vaticano: estiman que habrá más detenciones

Benedicto XVI no habló sobre la situación de su mayordomo. Amigos de Gabriele dicen que "es una trampa". Entre los documentos "filtrados" hay cartas personales del Papa.

ELOCUENTE. El Papa mostró rostro de cansancio y de mucha tristeza. REUTERS ELOCUENTE. El Papa mostró rostro de cansancio y de mucha tristeza. REUTERS
28 Mayo 2012
CIUDAD DEL VATICANO.- Un entristecido Papa Benedicto XVI conmemoró ayer Pentecostés, en un momento en que el Vaticano se prepara para una posible ampliación del escándalo en el que fue detenido su mayordomo por presuntamente robar documentos privados en el caso conocido como "Vatileaks".

El Papa parecía cansado mientras celebraba una misa en la Basílica de San Pedro para conmemorar el día en el que la Iglesia enseña que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles de Cristo, o discípulos.

Aunque el día es considerado como el nacimiento de la Iglesia, las celebraciones terrenales parecían estar lejos de la mente del Pontífice, de 85 años, y de los cardenales que lo flanqueaban en el altar de la basílica. El mayordomo personal de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, de 46 años, fue formalmente acusado el sábado de robar documentos confidenciales del Papa.

El Pontífice no hizo referencia al escándalo ni la detención durante sus dos apariciones públicas de ayer, un hecho que, dicen, lo dejó "dolido y entristecido".

Sin embargo, el cardenal Carlo María Martini, ex arzobispo de Milán y en algún momento candidato a convertirse en Papa, parecía hablar por muchos cuando dijo que el escándalo debía impulsar a la Iglesia a "recuperar urgentemente la confianza de los fieles". Fuentes del Vaticano dijeron que no se podían descartar más detenciones, especialmente si Gabriele nombraba a algún cómplice.

Gabriele es sospechoso de filtrar documentos de alta sensibilidad, algunos de los cuales tienen que ver con acusaciones de nepotismo y corrupción en contratos del Vaticano con empresas italianas. El escándalo alcanzó el corazón de la iglesia Católica, porque Gabriele era, hasta el miércoles, el hombre de gran confianza del Papa.

Se cree que Gabriele, un hombre tímido y privado, actuó solo y otros dicen que pudo ser un peón involuntario en una lucha de poder en el Vaticano. "O se volvió loco o es una trampa", dijo un amigo de Gabriele en el Vaticano al diario La Stampa. "El que lo convenció para hacer esto es aún más culpable, porque manipuló a una persona sencilla", agregó. (Reuters)

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