Testimonios
13 Mayo 2012
Volver a mirarse
"Doctor, quiero cambiar el foco de mi baño porque alumbra muy poco. Sólo me animaría a poner uno más potente si me hago una cirugía para levantarme los párpados y sacarme las bolsas. No puedo ni verme en el espejo", fue el planteo de una abuela de 85 años al cirujano Eduardo Novillo. La cirugía le devolvió las ganas de mirarse, de pintarse, de salir. "Ahora me siento feliz", dijo días después de ser intervenida.

Rejuvenecido
Sergio recurrió al microtrasplante capilar luego de pasar la quinta década de vida. Después decidió levantarse los párpados. "Tenía miedo de sentirme un ridículo al principio porque es raro que un hombre se opere, pero nada que ver. Al contrario, ahora me siento mejor, rejuvenecido. Nadie me cree que tengo 55 años", cuenta este coqueto comerciante, casado, padre de tres hijos.

Armonizar el cuerpo
"Tenía dudas sobre si iba a poder afrontarlo", cuenta Silvana, una joven de 29 años, que hace unos meses decidió pasar por el quirófano para ponerse lolas. Desde chica se sentía acomplejada porque tenía un busto muy pequeño. "Quería armonizar mi cuerpo", explica. "Desde que me puse implantes me levanto con una sonrisa todos los días", cuenta. Y aconseja: "es importante buscar un buen profesional, consultar a varios antes de tomar la decisión".

Adicta a la plástica
Miranda, de 37 años, hace de todo para verse bien. Va al gimnasio y sigue todas las dietas de las revistas. Desde joven comenzó a retocarse el cuerpo. A los 22 se puso implantes de siliconas. Lo que vino después, a los 30, fue la primera liposucción (la segunda se la hará en los próximos días). También se levantó los párpados y se hizo un pequeño lifting. "Sí, soy una adicta a la cirugía plástica. Si existen métodos para vernos mejor, ¿por qué no usarlos?", apunta.

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