Los indignados pretenden volver a las plazas

Los indignados pretenden volver a las plazas

El movimiento surgido en contra de los políticos tradicionales y de la economía ultracapitalista cumple un año el martes. Los organizadores convocan a marchas en Madrid y en Barcelona, para ocupar desde hoy los espacios públicos hasta el aniversario y realizar nuevas asambleas plenarias de análisis y debate. El soporte de una fuerte producción intelectual, plasmada en libros

MULTITUD. La emblemática plaza de la Puerta del Sol de Madrid estuvo repleta en varias ocasiones, como en la movilización del 18 de mayo del año pasado. REUTERS MULTITUD. La emblemática plaza de la Puerta del Sol de Madrid estuvo repleta en varias ocasiones, como en la movilización del 18 de mayo del año pasado. REUTERS
12 Mayo 2012
MADRID/BARCELONA.- Un año después de haber irrumpido en el panorama político y social español, los indignados pretenden volver a tomar hoy la Puerta del Sol de Madrid y la Plaza Catalunya de Barcelona, para revivir hasta el martes el movimiento ciudadano que reclama un cambio social, político y económico, demostrar que sus ideas anticapitalistas están vivas y que plantarán cara a la embestida de la derecha neoliberal en el poder.

Cuatro columnas de manifestantes partirán desde puntos distintos de la capital española para recorrer distintas calles y confluir y acampar en el llamado kilómetro cero, epicentro y símbolo de las protestas de 2011. El objetivo es permanecer en él hasta al menos la fecha oficial del aniversario. Según señala la página web del movimiento (http://madrid.tomalaplaza.net/), "Sol será una asamblea permanente del 12 al 15".

El Movimiento de los Indignados nació el 15 de mayo de 2011 (de allí que se lo llama 15-M), una semana antes de las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron en medio de una crisis económica de la que aún no ha logrado salir. Sus protestas se multiplicaron en las plazas principales de numerosas ciudades, en las que también acamparon, y fueron multitudinarias durante semanas. La de Madrid se disolvió el 12 de junio, y desde entonces se multiplicaron las asambleas en barrios.

"No somos mercancías en manos de políticos y banqueros" fue el eslogan de la manifestación original, que luego se convirtió en un movimiento que se expandió como pólvora en el país y en el mundo. Ahora el lema es "12M-15M, Volvemos a la calle", con el cual se pretende "dejar en claro a políticos y a banqueros que no nos representan", afirman los organizadores.

Hace un año, el Gobierno, presidido entonces por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, toleró las acampadas y las manifestaciones, que se llevaron a cabo sin solicitar permiso a las autoridades. Pero, desde diciembre, el Poder Ejecutivo español cambió de color: ahora lo conduce Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), quien no sería tan tolerante.

Ahora los convocantes se preparan para lidiar con las autoridades, que sólo autorizaron algunos horarios para la concentración y utilizarán a la Policía para hacerlos cumplir si es necesario (como en Madrid, que sólo permiten reuniones entre las 9 y las 14, y entre las 19 y las 22). En esa instancia, deberán demostrar si después de 12 meses tienen músculo suficiente para resistir los embates.

Muchas cosas cambiaron, pero otras no tanto, desde que los españoles reaccionaron a tres años de crisis económica, elevado desempleo, falta de expectativas para los jóvenes y una clase política al servicio de los mercados y de espaldas a la ciudadanía. Aunque perdieron cierta visibilidad en los medios, los indignados continuaron muy activos en la red, tejieron fuertes lazos de solidaridad y lograron instalar algunas demandas de cambio en la agenda política, como que la deuda hipotecaria quede saldada con la entrega de la vivienda comprometida. Un logro fue el freno, mediante movilizaciones, al desalojo de decenas de familias.

Sin embargo, la situación económica empeoró y hubo recortes a los derechos sociales básicos, entre ellos la salud y la educación pública, así como a los laborales, con una reforma que facilita y abarata el despido.

Junto con las marchas en España, en varios países habrá manifestaciones sociales con consignas globales: democracia real, justicia social, distribución de la riqueza y defensa de la ética pública. Hay convocatorias en Grecia, Alemania (seis ciudades), Francia, Portugal, Gran Bretaña, Italia, Irlanda, Uruguay, Chile, Estados Unidos (Detroit y Nueva York) y México, entre otros. En la Argentina habrá concentraciones en La Plata y en Tucumán, desde las 18. (DPA-Télam)

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