El golpe menos pensado

El golpe menos pensado

Las versiones irán cambiadas. Se hablará de desastre, de fines de ciclos, de súper héroes viejos, sin peso. Se hablará de todo. Incluso, más de lo debido. Barcelona será el centro de la atención. Messi, ni hablar. Ídolo de multitudes, el mejor del mundo portará el cartelito de villano, de culpable por haber errado el penal del posible 3 a 1. Chelsea, el ganador de la llave y finalista de la Champions League, tocará de oído su épica victoria. Fue titánica, porque hizo la del tano: cerrarse atrás, bien atrás y esperar, esperar y esperar. Al principio le salió mal; después una maravilla. Repitió lo de Inter en 2010. Jugó con 10 más de un tiempo. Jugó con 10 en su área. Y ganó, ganó en el resultado global. Ganó porque supo formar un gran bloque y cortar cualquier circuito de tiki tiki de "barsa". Messi la tuvo, y falló. Es humano, aunque muchos lo sigan idolatrando como un dios. Tendrá revancha, claro, y Barcelona también. Mientras tanto, habrá que saber asimilar el golpe y ver cómo Chelsea baila de felicidad. LA GACETA ©

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