Núñez se disfrazó de goleador fantasma

Iban 38 minutos de la primera parte y al "santo" no le salía una. Estaba 0-1 abajo y los nubarrones comenzaban a oscurecer el futuro. El "santo" iba hacia adelante pero no daba en la tecla precisa. Hasta que, tras un tiro libre, el estadio explotó con el grito sagrado. Víctor Beraldi tomó el balón y, como en el partido contra Alumni, buscó el arco. Rosca de izquierda del cordobés, varios jugadores van a buscar el balón, alguien que la roza y la pelota termina en el fondo del arco. Gustavo Balvorín, rápido de reflejos, levantó sus brazos. Pero Beraldi, una vez finalizado el choque, sacó pecho. "Me parece que me durmieron en el primer gol. Gustavo se lo adjudicó, pero creo que se desvió en un defensor. La próxima vez voy a tener que ser más rápido así me lo dan a mi", comentó entre risas la figura del duelo contra la "T".

Las dudas del autor del gol siguieron hasta el final del juego. Muchos se lo daban a "Ring... Ring", otros afirmaban que nadie había tocado la bola, y que el tanto era propiedad de Beraldi. Pero nadie se imaginaba que el tanto del empate también lo hizo Diego Nuñez. El chaqueño peinó el balón pero cayó de espalda y no vio cómo siguió la jugada. Balvorín y Emanuel Loeschbor intentaron rozar la pelota pero no llegaron a tocarla. Todos corrieron a abrazar a "Ring... Ring". "Pensé que alguien la había tocado después", explicó el goleador.

Luego llegó el segundo tanto, un poco de sufrimiento y el esperado desahogo final. El "santo" volvió a ganar. Eso es lo único que importa.