Calle mojada y hedor insoportable

Calle mojada y hedor insoportable

AYUDITA. Águeda llega a la vereda con los pies secos gracias a la tarima. AYUDITA. Águeda llega a la vereda con los pies secos gracias a la tarima.
25 Febrero 2012
Águeda Rodríguez camina casi por la mitad de la calle. Los camiones y los autos pasan muy cerca de su cuerpo ¿Qué hace por ahí? ¿Por qué no se arrima a la vereda? ¿Está buscando que la atropellen? No, intenta evitar que sus pies se mojen con la mezcla de agua de lluvia y de líquidos cloacales que corren junto al cordón cuneta.

Hay una mezcla de sensaciones que a Águeda no le permite alegrarse del todo: la hace feliz el pavimento sobre el que camina, pero la indigna el hedor que inunda el ambiente. "El pavimento es nuevo; lo hicieron hace unos tres años. Realmente cambió el barrio: hay más tránsito, muy buena iluminación y más seguridad. Pero no todo se termina ahí... Es necesario que solucionen algunos problemas más, como el de las cloacas", reniega.

Ella se refiere al tramo de la Viamonte en el que vive: entre la San Juan y la Belgrano, la calle es una ancha avenida de doble mano con platabanda en el medio. Su casa está a metros de la esquina con Marcos Paz. Y, en muchas ocasiones, debe caminar por la calle, porque si bien el pavimento está en perfecto estado no todas las veredas se encuentran transitables.

La tarima salvadora

"Yo no entiendo qué pasa: las cloacas se viven rompiendo. Es muy común que la calle esté mojada y que el olor sea insoportable", reniega la vecina. Lo hace mientras sube a la vereda pisando una especie de tarima de madera que colocaron los dueños de un comercio de la esquina con Marcos Paz, junto al cordón cuneta. Lo hicieron para que los peatones no metan los pies en el agua sucia.

Comentarios