Vive amenazada por la lluvia de piedras

Vive amenazada por la lluvia de piedras

FRAZADA PROTECTORA. Cristina Más cubre la luneta de su auto. FRAZADA PROTECTORA. Cristina Más cubre la luneta de su auto.
25 Febrero 2012
Parece una exageración, pero ella afirma que no: Cristina Más de Reyes afirma que cada vez que pasa un colectivo por la calle, su casa tiembla como si estuviera produciéndose un movimiento telúrico. Ella vive en Viamonte, entre el pasaje Monserrat y Estrada, donde los baches son tan grandes que ocupan casi todo el ancho de la calle.

Cuando guarda el auto en el garaje, Cristina lo tapa con una manta. Aunque está bajo techo, ella busca protegerlo de la lluvia de piedras que lo golpea a través de la reja del frente de la casa. En los baches hay ripio y escombros; es lo que queda de viejos rellenos. El problema es que cuando pasan los vehículos, las piedras salen disparadas y se estrellan contra la luneta.

"A mi nieto de cuatro años no lo puedo dejar salir a la vereda porque una pedrada lo puede matar. Pero al peligro no lo corre sólo el chiquito, sino todas las personas que pasan caminando por acá", resalta Cristina.

Este tramo de la Viamonte es angosto. Por esa razón, los vecinos lo denominan la "calle vieja". Es que hay otros sectores que fueron ampliados durante los últimos años (cuatro cuadras al sur, la calle posee el doble de ancho). Incluso, es evidente que el pavimento viene soportando años de tránsito sin el beneficio de reparaciones periódicas.

A medida que más personas se mudan a Lomas de Tafí, el tráfico en este sector se incrementa. Por la angosta calle circulan los colectivos de las líneas 109, 9 y 8, autos, motos, carros y camiones. "Los que doblan desde el pasaje Monserrat se encuentran con los baches de golpe; no hay motociclista que no termine rodando", apunta Cristina, resignada.

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