Se puede prevenir el 75% de las causas que provocan ceguera

Se puede prevenir el 75% de las causas que provocan ceguera

Diversas herramientas oftalmológicas ayudan a conservar la salud visual

A TIEMPO. Tanto la presbicia como las dolencias refractivas pueden tratarse. A TIEMPO. Tanto la presbicia como las dolencias refractivas pueden tratarse.
24 Enero 2012
Leer un libro interesante, mirar un bello paisaje o disfrutar de una buena película son acciones que a priori pueden parecer simples y cotidianas, pero cuando existe algún tipo de problema oftalmológico, se convierten prácticamente en proezas.

Tanto la presbicia, una condición fisiológica también conocida como "vista cansada" (que empieza a manifestarse entre los 40 y 45 años cuando comienza a ser necesario alejar el papel que se está leyendo) como las afecciones refractivas (hipermetropía, miopía y astigmatismo), pueden ser tratadas y corregidas para lograr el mantenimiento de una buena calidad de vida.

El 75% de las causas de ceguera son prevenibles si se realizan los tratamientos adecuados. Por el contrario, sin detección precoz, se calcula que para el año 2020 el número de personas no videntes podría duplicarse pasando de 37 a 75 millones alrededor del mundo, según cifras registradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

"Visión 2020"

Una iniciativa conjunta de la OMS y de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por sus siglas en inglés) es eliminar las principales afecciones que pueden llevar a la no videncia para el año 2020. De ahí, justamente, que el tema elegido el año pasado para el Día Mundial de la Visión (que se conmemora el cuarto jueves de octubre de cada año por iniciativa del Club de Leones) fue "Vision for children", es decir, "Visión para los Niños", ya que para cumplir con la meta propuestas necesario controlar la visión desde la infancia.

Los oftalmólogos sostienen que existen diversas herramientas que aplicadas en la vida diaria ayudan a conservar la salud visual y evitar problemas. Una de ellas es el control oftalmológico que permite detectar a tiempo las afecciones y aplicar el tratamiento adecuado en cada caso.

Por otro lado, consideran muy importante tener en cuenta los efectos del deslumbramiento para la vista y los peligros que engendra la radiación ultravioleta (UV). Estos pueden ocasionar quemaduras en la superficie del ojo, una condición conocida como fotoqueratitis.

A medida que pasan los años los tejidos oculares comienzan a cambiar y a deteriorarse, dando paso a una serie de complicaciones cuyo primer indicio es la presbicia o dificultad para ver de cerca.

Presbicia: primer cambio

"El primer cambio que se produce en la visión cuando los tejidos empiezan a envejecer y modificarse se da después de la cuarta década de vida y se denomina presbicia. En algunos casos, después del advenimiento de esta condición, que se caracteriza por la dificultad para ver de cerca, puede aparecer la catarata, afección en la cual el cristalino se va poniendo opaco", expresó a la agencia Pro-Salud News, Daniel Scorsetti, oftalmólogo y director del Centro de Especialidades Oftalmológicas (CEOS).

Se opaca el cristalino

Según Scorsetti -que también dirige la carrera de médico especialista en oftalmología y profesor titular de oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador- se calcula que dos de cada 10 personas de 50 años tienen catarata, mientras que a los 60 la relación es de cuatro en 10. Después de los 70, prácticamente todos los adultos mayores presenten limitaciones relacionadas con esta afección. Al opacarse el cristalino impide que la imagen llegue con claridad a la retina produciendo una disminución de la vista. Existen estudios que indican incluso que el 99% de todas las personas de más de 65 años padecen de algún grado de catarata.

Presión ocular

En cualquier caso, el especialista concluyó: "La mayoría de la gente no sabe que a partir de los 40 años es indispensable medir, por ejemplo, la presión ocular debido al advenimiento del glaucoma del adulto. Este punto es muy importante porque esta afección, también llamada -ceguera silenciosa-, no avisa, de manera que quienes la padecen no presentan síntomas. Por eso, la presión comienza a subir sin que la persona lo perciba y ese aumento repercute en la destrucción de las células de la retina que no lo toleran. Cuando aparecen los primeros síntomas suele ser tarde", advirtió Scorsetti.

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