El déficit jaquea a la institución

El déficit jaquea a la institución

No tiene sponsors ni recibe aporte de la TV y las recaudaciones son mínimas.

"Cuando se armó la lista, teníamos un proyecto, pero en 15 días cambió el escenario y todo se complicó". La frase de un directivo de San Martín sintetiza la transformación que sufrió el club de La Ciudadela en un suspiro. El descenso de la B Nacional al Argentino A agravó la situación financiera del club hasta límites impensados. El equipo pasó a jugar en una categoría inferior, los hinchas le dieron la espalda, los ingresos se redujeron a la mínima expresión y cada vez cuesta más conseguir patrocinadores. Los números están en rojo. Se agotaron las reservas y comenzaron a subir las deudas. El panorama es desalentador y si no se revierte en el corto plazo, las consecuencias pueden ser nefastas.

"Estamos fuertes. Queremos a San Martín y no bajaremos los brazos. Confiamos en revertir ese momento complicado", repite Abraham Salame cada vez que se le pregunta por el presente de un "santo" en terapia intensiva. El hombre sabe que tomó un hierro caliente. Se hizo cargo de la presidencia en un momento complicado. Tuvo que reemplazar al presidente Rubén Ale, quien pidió licencia por enfermedad, pero mientras se recupera en un sanatorio, enfrenta una causa judicial en la que ya le dictaron la prisión preventiva. Si su situación se agrava, será difícil que reasuma sus funciones.

Pese al optimismo de Salame, la realidad refleja un panorama en tinieblas y preocupante. La actual comisión directiva heredó deudas importantes y en la tesorería apenas había 2,5 millones de pesos cuando asumieron. La plata se usó para reducir pasivos, para evitar una inhibición por parte de Agremiados y armar el plantel para encarar la temporada. Ya no hay reservas, sí compromisos que deben cumplirse. Cada vez cuesta más afrontar los pagos. Los empleados acumulan dos meses y dos aguinaldos sin percibir; el plantel no cobró agosto.

Los números son claros. Para funcionar, San Martín necesita mínimo 700.000 pesos mensuales. Esa suma corresponde a la planilla salarial del plantel ($ 350.000); sueldos de los empleados ($ 110.000); alquileres para el alojamiento de futbolistas ($ 90.000) gastos de viajes y concentraciones, además del mantenimiento de la pensión donde se alojan los juveniles ($ 150.000). Los ingresos actuales no cubren ni al 15 por ciento de lo que se necesita.

Por partido se venden, en promedio, 3.000 entradas. Las recaudaciones no superan los $ 90.000 y los gastos de organización rondan los $ 40.000. Eso significa que ingresan unos $ 50.000 por encuentro. Si juega dos partidos al mes, sólo quedan $ 100.000. Actualmente no hay ingresos de sponsors ni de la televisión (de los $ 4.000.000 que se paga en la B Nacional, en el Argentino A los equipos reciben $ 300.000 anuales, y esa plata generalmente queda en AFA, a cuenta de deudas pendientes).

El déficit mensual ronda los $ 600.000. ¿Hasta cuándo puede aguantar un club, que además está en convocatoria de acreedores, un desfasaje de ese tipo? No mucho. Los más optimistas hablan de tres o cuatro meses. Otros creen que antes de fin de año San Martín empezará a sentir los efectos de la crisis y cada vez se le hará más difícil poder competir en igualdad de condiciones con sus rivales.

¿Cómo se sale del pozo? "Necesitamos un sinceramiento de todos los sectores y entender que con algunas actitudes no se perjudica a una comisión directiva o a una persona. El único que pierde es San Martín", buscó concientizar a quien le corresponda Salame.

Los directivos gestionan una ayuda por parte del gobierno. El pedido fue claro y preciso: necesitan $400.000 mensuales para equilibrar las finanzas. Esa cifra parece estar lejos de lo que podrían aportarle. Se habla de un único subsidio de $700.000.

Otro objetivo es conseguir un sponsor para el pecho de la camiseta. Un ente oficial podría cerrar en los próximos días el acuerdo.

De hecho, el aporte de hinchas y socios volviendo a la cancha ayudará bastante. ¿Vale la pena mantener posturas individualistas cuando el club se desangra y agoniza? Habrá que empezar a ceder y encontrar un punto de equilibrio para evitar lo peor. A San Martín lo salvan todos o no lo salva nadie.

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