La ruta del arma compromete a tres detenidos

Entre el 16 y el 18 de julio, María Fernanda Cañizares recibió un teléfono celular como regalo. Su novio, Gustavo Lasi, le dijo que había comprado el aparato a un compañero de trabajo. Fernanda compró un chip nuevo, lo instaló y encendió el teléfono. La joven, según declaró, no sabía que había pertenecido a una de las turistas asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo, en Salta.

La señal que emitió el aparato le permitió al juez Martín Pérez avanzar, en silencio, por la línea de investigación que llevó a los allanamientos del sábado, en los que fueron detenidas seis personas por el crimen de las turistas francesas Houria Moumni y Cassandre Bouvier.

Fernanda Cañizares fue una de las personas arrestadas. Aunque su abogado le había recomendado que se abstuviera de declarar, la joven de 24 años eligió sentarse frente al juez y contar su verdad. Así, complicó la situación de su novio, al relatar que, dos días después de regalarle el teléfono celular, le llevó una cámara fotográfica que, según le habría transmitido el muchacho, encontró en una sandwichería.

Aunque en la cámara sólo había fotos de la familia Cañizares, a través de un programa especial los investigadores recuperaron imágenes que habían sido borradas, y en las que se observaban a las turistas francesas posando en el paseo de la Quebrada de San Lorenzo, donde fueron encontrados sus cuerpos.

La última imagen afianzó la hipótesis de que Moumni y Bouvier fueron atacadas en la quebrada. En El Mirador (un punto en el cual hay una vista panorámica de la ciudad de Salta), la cámara se disparó desde el suelo a las 18.32 del 15 de julio, es decir dos horas y media después de que ingresaron al paseo. Los investigadores creen que allí empezó el ataque.

Pero las declaraciones de Fernanda Cañizares no se centraron solamente en los objetos de las turistas francesas que encontraron en su domicilio. La joven comentó al juez que su novio, Gustavo Lasi, tenía una carabina calibre 22, que había pertenecido a su abuelo. Según la declaración, el muchacho intentó deshacerse del arma, y se la entregó a su padre, Walter Lasi, quien a la vez se la dio a Omar Darío "Pajarito" Ramos, ocasional guía turístico de la empresa "Puma Expedditions", concesionaria del paseo de la Quebrada de San Lorenzo. Ramos, a su vez, intentó esconderla en la casa de su patrón.

Walter y Gustavo Lasi, Ramos, Fernanda Cañizares y su hermano Federico, Santos Clemente Vera y Daniel Vilte Lasi son los siete detenidos por el juez Pérez. Gustavo Lasi se declaró inocente, reconoció haber realizado los regalos a su novia, pero interrumpió su declaración, al afirmar que estaba descompuesto. Federico Cañizares, por su parte, se abstuvo de declarar. Ramos fue indagado el lunes. El guía reconoció que escondió un arma, pero sostuvo que actuó de buena fe y que es inocente del crimen.

El juez cree que Gustavo Lasi y Vera participaron del ataque junto a Vilte Lasi, quien sería, según esa hipótesis, el autor de los disparos que mataron a las francesas. Los otros cuatro detenidos están siendo investigados por encubrimiento.

Ayer declararon Vera y Walter Lasi. "Aportaron muy poco para la causa. Negaron tener participación en el hecho", afirmó el vocero de la Justicia salteña, Marcelo Báez, a LA GACETA. La única novedad de importancia de la investigación es que ayer fueron remitidas a Buenos Aires las muestras que se le tomaron a los seis detenidos, para que sean cotejadas por el laboratorio de la Facultad de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Allí se encuentran las muestras que fueron recolectadas en del cuerpo de las víctimas (semen y cabellos) y las de Vilte y Ariel Tejeda, el primer detenido que fue liberado a las pocas horas.

"Mañana (por hoy) estarían los resultados de las pericias balísticas que realizó la Policía de Salta. Eso será fundamental para determinar si el arma secuestrada durante los allanamientos del sábado fue la que usaron para matar a las turistas francesas", comentó Báez.