Tarde de gloria e historias de color celeste

Tarde de gloria e historias de color celeste

Los hinchas "charrúas" no se guardaron nada antes y ni después del encuentro decisivo

REVOLUCIÓN ORIENTAL. Los uruguayos invadieron el Obelisco porteño y la mayoría de las calles de su país. La Selección de Oscar Tabárez volvió a pegar fuerte en el planeta fútbol. REVOLUCIÓN ORIENTAL. Los uruguayos invadieron el Obelisco porteño y la mayoría de las calles de su país. La Selección de Oscar Tabárez volvió a pegar fuerte en el planeta fútbol.
25 Julio 2011
BUENOS AIRES (Diego Jemio, especial para LA GACETA).- Santiago Albanell sostiene con orgullo que la bandera que hizo con su papá y con sus primos. El trapo, que en realidad es un plástico ploteado, dice: "sólo tres millones se necesitan para ser el más grande de América". El montevideano llegó con su familia -en total son 12- a ver al Uruguay Campeón. Y se fue tan feliz del Monumental...
Cuando le preguntan por qué su selección mereció subir al podio, el adolescente infla el pecho y dice: "el 'Maestro' Tabárez hizo un buen grupo. Lo demostró en la Copa y el año pasado en el Mundial, del que casi somos finalistas". El muchacho, además, destacó el premio a Suárez como el Mejor Jugador del Torneo. "A mí también me gustó mucho Guerrero, de Perú. Fue un grande", rescató.
La familia Pereira, de Montevideo, tuvo que hacer un campamento para ver a los muchachos de Tabárez. Planeaba un viaje en auto, pero a último momento pudieron comprar pasajes en barco. Conseguir entradas para papá Teo y los hijos fue un problema, pero finalmente pudieron ingresar al Monumental. "No conseguimos hotel porque la ciudad está totalmente colapsada. Ahora somos ocho durmiendo en el departamento de dos ambientes de una tía. Armamos un gran campamento", contó el hombre. "Tenemos mejor cuadro que Paraguay y este triunfo forma parte de un proceso de crecimiento del fútbol uruguayo. Es un gran premio para los muchachos y para la hinchada", añadió.
Haydee Sanaberro llegó sola desde Uruguay para ver a la selección. Se alojó en la casa de una amiga y, antes del partido, no se animó a arriesgar un resultado. "Yo no tengo pronóstico. Sí te puedo decir que Uruguay juega con garra y que esos muchachos dejan la vida", aseguró la mujer, obligada a quedarse dos días en Capital, a raíz de la falta de pasajes a Uruguay.
Desde muy temprano, en cualquier punto de la ciudad, se vieron camisetas de Paraguay y Uruguay, que alteraron la paz dominguera de la mañana. En la avenida Figueroa Alcorta, donde está ubicada la Embajada de Uruguay, las autoridades mandaron colocar banderas; el lugar sirvió de concentración para muchos "charrúas".
En Núñez, los hinchas se acercaron con banderas muy ingeniosas. "Paraguay: garra, corazón y mucho..." Y el dibujo de una cola. Otra de las más festejadas decía: "Zaira ya fuiste. Larissa hoy sos mía". ¿Quién la habrá firmado? Je, je.

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