Claves para ahorrar nafta

Conducir de manera eficiente no sólo contribuye en mucho a la seguridad vial, sino que puede significar un ahorro de hasta el 25% en combustible. Además, una conducción adecuada conlleva una reducción directa de la contaminación. Revisa y cambia regularmente el aceite, las bujías y los filtros. Lo contrario puede aumentar considerablemente el consumo.

Revisar los neumáticos del automóvil al menos una vez al mes. Si su presión no es la correcta, la resistencia al rodaje aumenta y el motor consume hasta un 4% más. Evita frenazos y acelerones. Procura, dentro de límites de velocidad establecidos, utilizar marchas largas. No pises el acelerador al arrancar.

Se debe evitar la sobrecarga del vehículo: por cada 100 kilos que se transporta, se gasta un 6% más de combustible. Distribuye bien la carga y, si puedes prescindir del portaequipajes de techo, mucho mejor. Los elementos exteriores al automotor aumentan mucho el consumo de nafta o gasoil, aún vacíos.

Procura no llevar nunca el depósito con poco combustible, porque eso supone que tu vehículo funciona de modo menos eficiente. El tapón del tanque debe estar bien cerrado, para evitar pérdidas y evaporaciones. Siempre se debe estudiar detenidamente las opciones a la hora de decidir qué auto comprar, valorando cuál consume menos.

Conviene minimizar el número de viajes, y aprovechar para hacer todo lo que se pueda de una sola vez. Si cada trámite requiere de un trayecto independiente, se consume casi el doble. Se puede optar por el transporte público para trayectos cortos, o viajar con amigos y compartir gastos. Una buena opción es hacerlo para ir al trabajo o al súper.

Bajar la velocidad máxima es importante. Imponerse un tope de velocidad más baja al manejar no sólo disminuye el riesgo de accidentes sino que beneficia el consumo energético. Manejar tranquilo significa una demanda menor de combustible. A velocidad constante, el motor requiere menos "alimento". Evitar embotellamientos es clave.

Cambiar de marcha a pocas revoluciones. Notará la diferencia en el sonido del motor. No espere el "rugido" para hacer el cambio. Andar en marchas altas resulta más rendidor, ya que el motor consume más en marchas bajas y altas revoluciones. El aire acondicionado aumenta el consumo. La calefacción no genera un consumo extra.