10 Julio 2011
SANTIAGO DE CHILE.- La confirmación de que el Gobierno chileno monitoreará los debates en las redes digitales generó polémica. La operación tiene como objetivo identificar a los principales actores en Twitter, blogs y otros medios de Internet, y provocó la reacción de usuarios, asociaciones civiles, políticas, gremiales y sindicales, docentes universitarios y hasta del Colegio de Periodistas.
Esta última entidad optó por pedir al Consejo de Trasparencia, órgano que vela por la información pública, que exija al presidente, Sebastián Piñera, revelar qué investiga y qué hace con esa información. Unos siete millones de chilenos tienen Facebook (son el 40% de la población) y otros 300.000 usan Twitter, según datos oficiales.
La vigilancia, según las bases de la licitación hecha por el Estado, obliga a alertar al Gobierno cuando existan "cambios significativos" respecto de la opinión de las personas sobre un tema. "Tenemos la responsabilidad de escuchar lo que sucede en las redes sociales digitales. No es algo fascistoide", justificó Pablo Matamoros, consultor web de Piñera, filósofo y master en ciencia política, quien es el encargado de informarle al Presidente las conclusiones que obtenga.
Un punto clave es que el software adquirido no sólo permite detectar las opiniones sino hasta intervenirlas y localizar geográficamente a quienes las emiten.
Para el ex presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal, las redes pueden transformarse "en un contrapoder de crítica y de propuestas". (DPA)
Esta última entidad optó por pedir al Consejo de Trasparencia, órgano que vela por la información pública, que exija al presidente, Sebastián Piñera, revelar qué investiga y qué hace con esa información. Unos siete millones de chilenos tienen Facebook (son el 40% de la población) y otros 300.000 usan Twitter, según datos oficiales.
La vigilancia, según las bases de la licitación hecha por el Estado, obliga a alertar al Gobierno cuando existan "cambios significativos" respecto de la opinión de las personas sobre un tema. "Tenemos la responsabilidad de escuchar lo que sucede en las redes sociales digitales. No es algo fascistoide", justificó Pablo Matamoros, consultor web de Piñera, filósofo y master en ciencia política, quien es el encargado de informarle al Presidente las conclusiones que obtenga.
Un punto clave es que el software adquirido no sólo permite detectar las opiniones sino hasta intervenirlas y localizar geográficamente a quienes las emiten.
Para el ex presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal, las redes pueden transformarse "en un contrapoder de crítica y de propuestas". (DPA)
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