Las comisarías funcionaron a media máquina y hubo trastornos

Las comisarías funcionaron a media máquina y hubo trastornos

Algunas atendieron con dos agentes como máximo y otras directamente tuvieron cerradas las puertas; sólo tomaron nota de delitos graves.

12 Mayo 2011
La actividad policial en Tucumán continuó reduciéndose desde que el viernes se inició la protesta salarial frente a la Jefatura de Policía (Italia 2.600). Hasta anoche, todas las comisarías solamente tomaron denuncias de hechos graves, como accidentes de tránsito mortales, robos agravados u homicidios, y funcionaron con apenas entre uno y dos agentes.
Las sedes administrativas (expiden certificados de firmas, de buena conducta, de supervivencia, de convivencia o de cambio de domicilio) no atendieron al público, en algunos casos, y en otros desalentaron la concurrencia de los ciudadanos, pero una vez allí sí los atendieron.
Las guardias en las comisarías se mantuvieron, en algunos casos como en la sexta, con sólo dos oficiales en servicio para custodiar 15 detenidos. La segunda (Buenos Aires al 400) permaneció cerrada al público. Así, Balbino Villa y su hija Nancy, que necesitaban un certificado de supervivencia para un trámite bancario, se volvieron a su casa con las manos vacías. "No estaba enterada de nada. Pero, ¿qué les cuesta darnos el papel? No voy a intentar más, me voy a mi casa", comentó, indignada, Nancy.
Desde que el conflicto ganó protagonismo, cada vez menos personas asistieron a realizar trámites en la Policía. LA GACETA observó que las comisarías tercera (Lamadrid al 2.500), sexta (España al 1.700), séptima (Don Bosco al 2.600) y la oficina administrativa de la primera (Maipú 400) estaban casi vacías.
En la mayoría, los oficiales admitieron estar de paro pero de todas maneras extendieron certificados de supervivencia y corroboraron firmas como en el caso de la sexta y la primera. "Somos dos oficiales y estamos atendiendo trámites de suma urgencia únicamente como extravíos de cheques, gente que viene de lejos o certificaciones de firma para las autorizaciones de viajes escolares", explicaron en la primera.
Roque Ibáñez, agente de la Policía de Tránsito municipal, sufrió la ira de un puestero en la rotonda de Wenceslao Posse y Berutti, a quien tenía que desalojar y quien le lanzó una piedra, rompiendo la luneta trasera y el parabrisas del patrullero. Ibáñez quiso hacer la denuncia en la cuarta sin éxito y en la primera tampoco le dieron una solución. "Me tienen como pelotita de ping-pong. Vamos a perder el seguro", se lamentó.
A su vez, Nora, vecina de Villa Luján, viene hace días tratando de que le certifiquen la autorización para un viaje escolar de su hijo. "El lunes fui a la séptima y no lo quisieron hacer. Pedí una prórroga en la escuela pero no sé que voy a hacer si aquí me dicen que no", dijo, mientras esperaba que la atendieran en la primera. "Comprendo la medida, pero complican mucho los trámites", se desahogó después de que le dieran una respuesta.
En la Jefatura de Policía, en tanto, el martes dejaron de atender al público por certificados de buena conducta y por cédulas de identidad. "No estamos atendiendo al público, por razones de seguridad", explicó a LA GACETA el jefe de la División de Antecedentes Personales, Marcos Santos. Por día, 300 personas van a la Jefatura a hacer esos trámites. "Sólo atendemos los pedidos si es que hay una orden judicial", dijo Santos. Hoy, todo volvería a normalizarse en las oficinas policiales.

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