30 Abril 2011
"Un morocho como vos".- "Todos queremos un morocho como vos para que defienda nuestros derechos", decía una parte del elogio a Hugo Moyano, poco antes de empezar el acto cegetista. El encargado de leer la composición poética, que según se hizo saber fue escrita por una periodista cuyo nombre no se dio a conocer, fue el sindicalista Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento.
Tres protagonistas.- El acto convocado por la CGT se realizó con una multitudinaria y colorida participación de afiliados y militantes oficialistas, y tuvo tres protagonistas excluyentes: Hugo Moyano, la memoria de Néstor Kirchner y el mensaje de Cristina Fernández. Unificó en un mismo escenario a la casi totalidad del espectro oficialista, con sus matices y diferencias: desde los ministros (con una ubicación privilegiada para Julio de Vido) hasta el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y los principales dirigentes de la CGT.
Poder de movilización.- El palco principal reunió a casi un centenar de dirigentes. Hubo intendentes del Gran Buenos Aires (como Hugo Curto y Francisco Gutiérrez), representantes del sindicalismo del interior y legisladores nacionales, junto a Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. También participaron los principales referentes de La Cámpora y los hijos de Hugo Moyano. La movilización se ubica entre las importantes que logró la central sindical desde el inicio del gobierno de Kirchner en 2003, y sirvió para mostrar a la CGT como un eje de poder decisivo dentro del Partido Justicialista.
Evita presente.- El escenario, montado sobre la 9 de Julio, de espalda a la avenida Belgrano, tuvo reminiscencias de otros actos históricos del sindicalismo y en particular el realizado en 1952, cuando la CGT pidió que Evita Perón integrara la fórmula presidencial junto a su esposo, y el de 2009, que tuvo la presencia de Néstor Kirchner, aunque a la postre resultó derrotado en las elecciones del mismo año.
Escaso respaldo a Cristina.- Los participantes aplaudieron con entusiasmo algunas propuestas de Moyano, como el reclamo de distribución de ganancias empresarias, pero no acompañaron con cánticos el pedido de reelección de Cristina Fernández, que el jefe de la CGT guardó como punto emotivo final. El discurso fue elogioso con la acción del enfoque de las obras de gobierno que se instrumentan desde 2003 y elevó a Kirchner a la categoría de los máximos próceres del peronismo, al ubicarlo al nivel de Juan Perón y Eva Perón.
Tres protagonistas.- El acto convocado por la CGT se realizó con una multitudinaria y colorida participación de afiliados y militantes oficialistas, y tuvo tres protagonistas excluyentes: Hugo Moyano, la memoria de Néstor Kirchner y el mensaje de Cristina Fernández. Unificó en un mismo escenario a la casi totalidad del espectro oficialista, con sus matices y diferencias: desde los ministros (con una ubicación privilegiada para Julio de Vido) hasta el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y los principales dirigentes de la CGT.
Poder de movilización.- El palco principal reunió a casi un centenar de dirigentes. Hubo intendentes del Gran Buenos Aires (como Hugo Curto y Francisco Gutiérrez), representantes del sindicalismo del interior y legisladores nacionales, junto a Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. También participaron los principales referentes de La Cámpora y los hijos de Hugo Moyano. La movilización se ubica entre las importantes que logró la central sindical desde el inicio del gobierno de Kirchner en 2003, y sirvió para mostrar a la CGT como un eje de poder decisivo dentro del Partido Justicialista.
Evita presente.- El escenario, montado sobre la 9 de Julio, de espalda a la avenida Belgrano, tuvo reminiscencias de otros actos históricos del sindicalismo y en particular el realizado en 1952, cuando la CGT pidió que Evita Perón integrara la fórmula presidencial junto a su esposo, y el de 2009, que tuvo la presencia de Néstor Kirchner, aunque a la postre resultó derrotado en las elecciones del mismo año.
Escaso respaldo a Cristina.- Los participantes aplaudieron con entusiasmo algunas propuestas de Moyano, como el reclamo de distribución de ganancias empresarias, pero no acompañaron con cánticos el pedido de reelección de Cristina Fernández, que el jefe de la CGT guardó como punto emotivo final. El discurso fue elogioso con la acción del enfoque de las obras de gobierno que se instrumentan desde 2003 y elevó a Kirchner a la categoría de los máximos próceres del peronismo, al ubicarlo al nivel de Juan Perón y Eva Perón.
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