"Cumplo un sueño, pero tengo que aprender"

Leandro Rodríguez dejó su Santiago del Estero natal en 2009. Con el apoyo de su familia, viajó a nuestra provincia para tratar de triunfar como arquero de San Martín. Dos años después, se transformó en el cuarto arquero del equipo de La Ciudadela. "No lo podía creer porque encima iba a ocupar el lugar que dejó vacante Marcos Gutiérrez, uno de mis referentes", destacó el golero de 20 años.

El santiagueño destacó que nunca se podrá olvidar el día que lo llamaron a integrar el plantel superior. "Pedro Pablo Robles me avisó que entrenaría con los profesionales. Pensé que era una broma, pero después cuando caí, juré que no iba a perder esta chance", destacó.

Buenos recuerdos

Rodríguez, durante la charla con LA GACETA, recordó que hasta hace unos meses se entrenaba en unas de las canchas auxiliar que tiene el complejo con el plantel que dirigía Antonio Apud. "Cuando terminaba de practicar me quedaba a observar los trabajos que hacían los arqueros profesionales. Durante horas los miraba para aprender", recordó el joven que es hijo de Liliana y Luis. Tiene dos hermanos: Matías de 22 años y Pilar de 11.

Leandro comentó que su desembarco en La Ciudadela se produjo por una recomendación de un tío que vive en Yerba Buena. "Me dijo que tenía amistad con Carlos (Roldán). Esto me facilitó la llegada al plantel liguista. Hasta la temporada 2009 estuve jugando en Atlético Mitre. Cuando me surgió esta chance no lo dudé ni un instante. Armé la valija y me vine", explicó uno de los juveniles que viven en el albergue de General Paz 2087 que se la conoce como la "Casa de Gran Hermano".

Responsabilidad

"Cada vez que puedo regreso a Santiago para recargar las pilas. Es muy importante para mí, puesto que estar en este lugar significa una responsabilidad muy grande", concluyó.