"Yo juego a que pierdan los Kirchner"

"Yo juego a que pierdan los Kirchner"

Luis Barrionuevo, histórico líder gremialista de Catamarca, comenta su visión sobre las elecciones y sus diferencias con el oficialismo. El sindicalista afín a Eduardo Duhalde espera que el Frente para la Victoria pierda en Catamarca. Su hermana Liliana es candidata y apuestan a sumar una banca más.

UN ALIADO. Barrionuevo reconoció su completa afinidad con la propuesta del presidenciable Eduardo Duhalde. DYN UN ALIADO. Barrionuevo reconoció su completa afinidad con la propuesta del presidenciable Eduardo Duhalde. DYN
12 Marzo 2011
CATAMARCA. (De nuestra enviada especial, Irene Benito). Es el titular del lunes. Con esa concisión define el gremialista y peronista Luis Barrionuevo lo que está en juego en los comicios de mañana. Un titular en todos los medios del país. "Cristina perdió en Catamarca", debería anunciar el que él quiere leer.

El controvertido líder de los trabajadores gastronómicos, de hoteles y turismo está convencido de que en los primeros comicios provinciales del año tanto el gobernador Eduardo Brizuela del Moral (Frente Cívico y Social -FCyS-) como Lucía Corpacci (Frente para la Victoria -FpV-) son actores secundarios de un conflicto nacional entre el kirchnerismo y la oposición. "Por eso el voto del catamarqueño vale una fortuna. En tiempos electorales, aquí se reparten todas las dádivas imaginables. Tiran chapas, ladrillos, materiales, colchones, camas, becas, planes, subsidios... El pueblo se ha acostumbrado a eso", describe Barrionuevo.

Todo sea por conseguir un titular efectista. "Catamarca representa apenas el 1% del padrón argentino. A ellos les importa muy poco esta provincia", comenta con pesimismo el ex legislador nacional y dirigente afín a Eduardo Duhalde que el miércoles aterrizó en la Capital para apoyar la candidatura de su hermana Liliana. Él, que fue dos veces candidato a gobernador, no esconde que también dio cosas a cambio del voto: "a mí me ayudó Duhalde con aportes del tesoro nacional, obras, planes para construir baños... Se hace muy difícil competir contra el Estado, llámese provincia o Nación. En 2007 enfrenté a la fórmula de Brizuela y Corpacci, que ahora van separados. Pero antes se unieron para destruir a Barrionuevo y el Peronismo".

Ayer, el autor de la célebre máxima "hay que dejar de robar por dos años" tenía la presión arterial por las nubes. No por el estrés de la política catamarqueña, sino por los excesos cometidos con los chorizos, las empanadas y el vino de la noche del jueves. "Tengo que cuidarme", explica. Pero en su idiosincrasia, cuidarse no es quedarse quieto. Barrionuevo, que da por hecho que Brizuela accederá a la re-reelección, ya está pensando en los próximos comicios en Chubut: está seguro que en una sociedad "exitista" como la argentina, el titular que proclame la derrota del kirchnerismo en el norte incidirá en el ánimo del electorado del sur.

-Al Frente para la Victoria no le falta dinero para ganar las elecciones. ¿Por qué cree usted que, sin embargo, perderá?

-Uno se maneja por sensaciones del microclima en el que vive. Al menos en las últimas encuestas de Julio Aurelio, el FCyS gana por una ventaja de entre siete y ocho puntos. Los kirchneristas se ilusionan porque la presidenta tiene aquí una buena imagen, incluso superior a la del gobernador. Si hubiese habido una unión en serio en el Partido Justicialista (PJ), tendríamos la posibilidad del cambio, la oportunidad que perdí en 2003 cuando me proscribieron (por el caso de la quema de las urnas).

-¿Son suyos los votos que consiga su hermana Liliana?

-Los sufragios no se transfieren. De lo contrario, Lucía debería ganar con la popularidad de Cristina. El único que pudo conseguirlo fue Juan Domingo Perón. Las dos semanas que Liliana dedicó a su campaña le permitirán hacer una muy buena elección y creo que ella va a definir las mayorías en la Cámara de Diputados de la provincia. Pese al bipartidismo, tiene dos bancas. Si sacamos tres, destapamos el champán.

-Algunos dicen que usted juega a dos puntas, que por lo bajo tiene gente trabajando en el FpV, mientras sostiene una posición política funcional a los intereses del FCyS.

-Yo juego a que pierdan los Kirchner porque estoy en un proyecto nacional en contra de ellos. Jamás tomé un café con el matrimonio, nunca acepté.

-¿Ellos lo invitaban a su mesa?

-Sí, muchas veces.

-En 2007 a usted le entusiasmaba que lo llamen "Luisito"...

-Sí, sí, NéstorKirchner le preguntaba a (Hugo) Moyano qué pensaba ?Luisito? en temas gremiales. Pero lo que interesa acá es ayudar a mi hermana. Ella, a diferencia del saadismo, se animó a competir con dos aparatos que hacen campaña con plata del Estado. A Lucía Corpacci no sólo la ayuda la Presidenta, también los gobiernos de La Rioja y de Tucumán.

-¿Le duele que por primera vez el PJ no se presente en los comicios de Catamarca?

-No, porque conozco a los actores. En 2003 a mí me acusaron de quemar urnas en una confabulación entre el kirchnerismo y el oficialismo local. Siempre fueron socios; recién ahora se pelean. En este caso el peronismo catamarqueño hizo las cosas bien. Hubo elecciones internas con ganadores y perdedores. Pero el Gobierno nacional repartió cargos y dinero, y vaciaron de candidatos a la lista del PJ para llevárselos al Frente para la Victoria. El peronismo no podía salir a competir con un partido diezmado.

-¿Usted está esperando el momento oportuno para volver a ser candidato?

-Yo estoy en el proyecto nacional duhaldista. No tengo ningún interés en ser legislador ni gobernador. Mi tiempo pasó. Hay que buscar gente más joven con ideas y capacidad para administrar. La provincia es rica, pero el pueblo pasa hambre, como en todo el norte. En la Capital, los ranchitos proliferan a cuatro cuadras de la plaza principal. Aquí se creó una mentalidad de conformismo y pobreza para que sea fácil comprar a la gente.

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