Por semana la Policía secuestra dos armas de fuego, casi siempre en manos de asaltantes

Estaban parados en una esquina cuando vieron a un patrullero que se acercaba. Los nervios los traicionaron y, al intentar esconderse, despertaron las sospechas de los policías. Cuando los revisaron, les encontraron un revolver y una tumbera. Además de ser detenidos pasaron a engrosar una estadística alarmante: en lo que va del año la Policía secuestró 137 armas de fuego y aprehendió a 165 personas por portación ilegal de armas.

Las cifras surgen de las estadísticas que manejan desde el departamento de Operaciones Policiales (D2) de la Policía. Los registros indican que la portación ilegal de armas creció el doble, en relación a 2009. Del total de armas secuestradas, casi el 80% (109) fueron encontradas en la capital.

El promedio total indica que cada semana la Policía se hace de dos armas de fuego. De ellas, el 57% son revólveres. En segundo lugar le siguen las tumberas (armas de fabricación casera), con un 26%.

Precisamente este tipo de armas son las que llamaron la preocupación de la Policía. El subjefe de la fuerza, comisario principal Nicolás Barrera, reconoció que recrudeció el número de estas armas, que oficialmente son llamadas Armas de Fuego Hechizas. "En estos últimos años ha ido creciendo la utilización de estas armas, aunque no son más que las armas fabricadas en industrias", dijo Barrera.

Las tumberas están hechas con dos caños, en uno de los cuales entra lo más justo posible un cartucho de escopeta. Al segundo caño se le suelda un tornillo o un clavo que funciona como percutor. Todos los especialistas consultados por LA GACETA expresaron que, pese a ser un arma de riesgo, no es contundente, ya que no suele ser preciso el disparo. "Aunque son de fabricación casera, las hacen muy bien reforzadas. Los delincuentes saben que si les falla el arma, serán los primeros perjudicados", comentó el comisario Cándido Galván, jefe del Area Investigativa de la seccional 4ª.

De las 26 tumberas que secuestró la Policía, tres fueron halladas en procedimientos realizados en Alderetes y una en Banda del Río Salí. El resto (casi el 85%) fue incautada en la capital. De ellas, la mitad fueron secuestradas por personal de la Patrulla Motorizada de Prevención, quienes revisaron a hombres que caminaban por la calle por diversos barrios de la ciudad.

En los distintos procedimientos en los que se encontró a personas con armas de fuego hechizas, se aprehendió a 35 de ellos, todos varones. La cifra indica que del total de personas que fueron apresadas por portación ilegal de armas, el 21% lo fue por tumberas. De ellos, el 31% eran menores de edad (entre 13 y 17 años).

El comisario Galván dijo que en la jurisdicción del área que encabeza (que incluye zonas consideradas críticas por la Policía, como los barrio El Salvador, Alejandro Heredia y Toledo), de cada 10 armas secuestradas, seis son tumberas. "Quienes las utilizan suelen tener entre 16 y 22 años. Nosotros las consideramos un arma de fuego, al igual que las elaboradas en una fábrica industrial. Además, lógicamente, puede llegar a matar", expresó.

En contrapartida, el oficial principal Lídoro Vizcarra, del Area Investigativa de la seccional 10ª, afirmó que en Villa 9 de Julio la modalidad de robo preponderante es el arrebato, y que no es usual que los delincuentes utilicen armas. "Hace un par de meses, durante un allanamiento, secuestramos partes de una tumbera. Pero no es común. Hace seis años que estoy acá, y en los últimos dos, el uso de este tipo de armas ha disminuido en un 80%", dijo.

Identificación y requisa

El comisario Barrera explicó que las armas que secuestran, por lo general, son encontradas en situaciones en que los portadores se encuentran en la vía pública. "Se realiza la identificación previa y la requisa de la persona. Salvo que, en casos excepcionales, el individuo la exhiba", comentó.

Luego que el arma fue secuestrada, se verifica si no es buscada por otra causa en delitos más graves, como abuso de arma de fuego, robo agravado e, incluso, homicidio. "Si no ocurre esto, la persona es aprehendida por infracción al artículo 189 bis del Código Penal", añadió Barrera.

Además, el subjefe policial explicó cuál es el sentido de estos procedimientos. "Las características de estas armas en particular, además de las circunstancias donde se realizan estos procedimientos, indican que estas personas, muchas de las cuales luego se determinan que tienen antecedentes penales, tienen la intencionalidad de utilizarlas con fines delictivos, más precisamente asaltos", dijo.

"Que tengan un arma de fuego cerca de una zona comercial y sea una persona con numerosos antecedentes habla de un posible riesgo de delito. Neutralizar a este individuo hace que no se consume el hecho. El artículo 189 bis tiene la característica de que, actuando, se evita la comisión de un delito más grave", expresó.