Una madre que siempre apostó al futuro de su hija

Una madre que siempre apostó al futuro de su hija

14 Diciembre 2010
"Cuando nació Lucrecia ni mi marido ni yo sabíamos cuál era la situación. El ginecólogo me decía que no era necesario hacer una ecografía, hasta que cumpliera ocho meses de embarazo. Cuando llegó el momento, pasamos por cinco ecografistas y ninguno nos quería informar qué pasaba. ?Hay algo raro?, decían. Sólo el último le dijo a mi esposo que la bebé tenía una pierna más corta que la otra y nada más", cuenta, ya sin pesar, María Fernanda Barrionuevo.

"La cesárea se hizo inmediatamente. Cuando sacaron a la bebé escuché que la anestesista exclamaba: ?¡Dios mío!? Yo intenté verla pero me durmieron enseguida. Cuando se la mostraron a mi espoco él tuvo un ataque de nervios. Ya en la habitación, recién me avisaron a mí. Yo la destapé, tranquila, la mire, y me dije a mí misma: ?ella va a salir adelante en todo?", recuerda con una sonrisa serena.

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