Assange, oculto y a un paso de ser detenido

Assange, oculto y a un paso de ser detenido

El Tribunal Supremo de Suecia rechazó el recurso que el líder de Wikileaks interpuso contra una orden de prisión por delitos sexuales. Sigue vigente la orden de búsqueda y captura que emitió Interpol contra el polémico activista de origen australiano.

03 Diciembre 2010
Algunos pensaron que esconderse era una manera de mantener el perfil bajo durante el temblor que previsiblemente ocasionaría la divulgación de más de 250.000 cables de la diplomacia estadounidense. Pero los hechos han demostrado que el australiano Julián Assange, líder de Wikileaks (la ONG que gestiona las filtraciones), tenía más de un motivo para no dejarse ver. Uno de los más poderosos, paradójicamente, no obedece al Cablegate, sino a su complicada situación legal en Suecia, donde es investigado como presunto autor de delitos sexuales.

Assange fue visto por última vez en el Reino Unido. Y, según la prensa británica, todavía permanece allí, en una localidad del sur de Inglaterra. Mark Stephens, su abogado inglés, ha comentado ayer que -ahí va la segunda paradoja- los servicios de inteligencia de varios países conocen su paradero. Es decir, que no está prófugo de la Justicia como algunos de sus enemigos sugieren. El diario británico The Independent ha precisado que el activista está en el sur de la isla y que Scotland Yard (la policía británica) tiene su teléfono y sabe dónde está.

Es decir, en cualquier momento puede ser detenido aunque no por supuesta transgresión de las leyes de espionaje como quiere Estados Unidos, sino porque ha quedado firme la resolución de la Justicia sueca que ordena su prisión por supuesto abuso sexual y violación. Assange había apelado la orden judicial que el Tribunal Supremo del país escandinavo ratificó este jueves y que deja vigente el pedido de búsqueda y captura que emitió Interpol con fines de extradición.

Persecución encubierta

Poco después de conocerse la decisión judicial, Bjoern Hurtig, el letrado sueco de Assange, anticipó que su cliente se opondrá a ser extraditado a Estocolmo. Hurtig, que se declaró "decepcionado" por la resolución del Tribunal Supremo, señaló que el caso contiene cuestiones que hubiese sido interesante tratar, como por qué la fiscalía no accede a que su defendido sea interrogado en una embajada en el extranjero.

En paralelo a la orden de Interpol, las autoridades suecas enviaron a Scotland Yard otra solicitud de captura contra Assange.

Los problemas del fundador de Wikileaks con la Justicia sueca se remontan a una visita que este hizo en agosto para pronunciar varias conferencias sobre su organización. A finales de aquel mes, una fiscal de guardia emitió la primera orden de captura contra él por sospecha de violación. La decisión fue revocada 24 horas después por la fiscal jefe, que redujo el caso a un delito menor de acoso. Pero la fiscal superior, Marianne Ny, decidió asumir entonces la dirección del caso y, unos días después, reabrió la investigación por violación, que culminó en septiembre con una nueva orden de ingreso en prisión contra Assange.

El activista australiano ha admitido que durante su estancia en este país escandinavo mantuvo relaciones sexuales con varias mujeres, pero ha asegurado que éstas fueron consentidas y negó los delitos que se le imputan. Tanto el fundador de Wikileaks como sus abogados en Suecia y Reino Unido han criticado la actuación de la Justicia e insinuado que la verdadera razón de la persecución contra él es su actividad en el portal de internet. (Especial)

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