18 Septiembre 2010
La basura puede hablar de las personas mucho más de lo que uno pueda imaginarse. En los microbasurales, donde las bolsas suelen romperse y los residuos aparecen desparramados, queda en evidencia que el mayor desecho de los tucumanos son el plástico y los papeles. El resto de los desperdicios está conformado por alimentos, ropa y un sinfín de envases de productos de limpieza, vidrios, hierros y muebles inservibles.
Según datos de la Dirección de Urbanidad e Higiene municipal, en San Miguel de Tucumán se generan más de 450 toneladas de residuos por día. De ese total, alrededor de 300 toneladas surgen de las cuatro avenidas, que sólo constituyen el 25 % de la extensión total de la ciudad. En promedio, cada vecino genera entre 750 gramos y 1 kilo de basura diaria. Los barrios con características de mayor pobreza son los que menos residuos producen por habitante.
En todas las zonas de la ciudad se generan microbasurales clandestinos. Lo que cambia es la composición de estos. En el centro, por ejemplo, hay cerca de 25 sitios de basura crónica. En estos se juntan los desperdicios que genera el gran movimiento comercial y de público. A los costados de la vía y en los baldíos, el amontonamiento de residuos se debe a la actividad de los carreros que levantan las bolsas domiciliarias, separan los cartones y botellas, y luego tiran los desechos inservibles en estos sectores. En los barrios, es común ver bolsas de basura alrededor de los árboles, encima de los escombros que dejó algún vecino en la vereda o en una esquina cualquiera. En la zona del micro y macrocentro había 250 cestos de basura y recientemente se sumaron 600. Igualmente, según las autoridades, la generación de papeles en la zona sigue siendo alarmante: pese a que se barre la zona en tres oportunidades siempre hay basura desparramada en veredas, calles y peatonales.
La Municipalidad ha desarrollado el programa Urbal III que le permitirá en un futuro planificar la separación de los residuos orgánicos e inorgánicos, proyecto que será financiado por la Unión Europea. En el marco de ese plan, alumnos de escuelas del área metropolitana se dedican a juntar envases plásticos. Ya sacaron de las calles 500.000 botellas.
Según datos de la Dirección de Urbanidad e Higiene municipal, en San Miguel de Tucumán se generan más de 450 toneladas de residuos por día. De ese total, alrededor de 300 toneladas surgen de las cuatro avenidas, que sólo constituyen el 25 % de la extensión total de la ciudad. En promedio, cada vecino genera entre 750 gramos y 1 kilo de basura diaria. Los barrios con características de mayor pobreza son los que menos residuos producen por habitante.
En todas las zonas de la ciudad se generan microbasurales clandestinos. Lo que cambia es la composición de estos. En el centro, por ejemplo, hay cerca de 25 sitios de basura crónica. En estos se juntan los desperdicios que genera el gran movimiento comercial y de público. A los costados de la vía y en los baldíos, el amontonamiento de residuos se debe a la actividad de los carreros que levantan las bolsas domiciliarias, separan los cartones y botellas, y luego tiran los desechos inservibles en estos sectores. En los barrios, es común ver bolsas de basura alrededor de los árboles, encima de los escombros que dejó algún vecino en la vereda o en una esquina cualquiera. En la zona del micro y macrocentro había 250 cestos de basura y recientemente se sumaron 600. Igualmente, según las autoridades, la generación de papeles en la zona sigue siendo alarmante: pese a que se barre la zona en tres oportunidades siempre hay basura desparramada en veredas, calles y peatonales.
La Municipalidad ha desarrollado el programa Urbal III que le permitirá en un futuro planificar la separación de los residuos orgánicos e inorgánicos, proyecto que será financiado por la Unión Europea. En el marco de ese plan, alumnos de escuelas del área metropolitana se dedican a juntar envases plásticos. Ya sacaron de las calles 500.000 botellas.
Lo más popular
