19 Septiembre 2010
Con una producción levemente menor a la del año anterior, el ciclo 2010/11 de soja en el mundo se presenta una vez más en niveles muy altos. Esta situación permite mantener, e incluso incrementar los stocks finales, a pesar de una sostenida demanda de materia prima y productos elaborados (harinas y aceite).
En efecto, las primeras previsiones dan cuenta de un nuevo récord productivo en los Estados Unidos con más de 93 millones de toneladas, que se consolida a pocos días de iniciarse su recolección. Ello permitiría repetir un excelente año de exportaciones y de molienda para destino interno y para cubrir la demanda mundial de sus derivados, en particular de aceite a China, de continuar las limitaciones de ingreso a ese país de la mercadería de origen argentino.
En cuanto a Sudamérica, si bien se descarta que en función a los precios futuros a cosecha se mantendrán las áreas de siembra, es factible se registren leves mermas en la producción final producto de los rendimientos unitarios, que difícilmente reiteren los niveles del ciclo anterior. Cuenta para esto la posible amenaza de problemas de sequía en la región, por un evento climático "Niña" que se esta instalando hacia fines del presente año. No obstante ello, la creciente demanda mundial explica en gran medida un nivel de precios sostenidos para todo el complejo, aun ingresada la cosecha americana, con valores para la posición noviembre del corriente año en torno a los 380/390 dólares por tonelada, en el mercado de Chicago.
Sin duda el impulso de China e India, como principales demandantes del complejo, afirman las cotizaciones. A modo de ejemplo recordemos que la importación de poroto de soja por parte de China en el último quinquenio pasó de 28 a 50 millones de toneladas, esperándose para el próximo año niveles por encima de las 55 millones de toneladas.
En el marco local, transcurrido el primer semestre del ciclo comercial 2010/11 (2009/10 productivo) se observa un nivel de ventas similar al del ciclo anterior en términos relativos (75% a 80%), aunque en absolutos la diferencia es muy significativa.
Evolución
Recordemos que en el año anterior la cosecha de soja en Argentina alcanzó las 32 millones de toneladas y en el actual supera las 54 millones. De ese volumen total de cosecha, hacia inicios del presente mes, la exportación y la industria conjuntamente habían adquirido 42 millones de toneladas, de las cuales 37.5 millones de toneladas están con precio "hecho".
En tal sentido, estaría para vender a la fecha 12 millones de toneladas de físico y 16,5 a fijar el precio; este último volumen implica que el productor a esa fecha disponía mercadería por más de U$S 4.500 millones.
Esta "supuesta retención" del productor, explicada por una venta masiva de una muy buena de cosecha de maíz y un volumen de soja relevante, permite inferir que no existen urgencias en materia financiera por parte del productor, el cual espera mejores cotizaciones. Ello se traduce en precios sostenidos y márgenes de operación, tanto desde la óptica de la exportación como desde la industria (con capacidades ociosas menores a la del ciclo anterior) más ajustados en relación a los efectivamente recibidos en el ciclo pasado.
En este contexto, es factible que se cierre el ciclo con exportaciones totales de poroto de soja cercanas a las 13 millones de toneladas y un nivel de industrialización del orden de las 36 millones, esperándose, de no mediar precios mucho más atractivos una acumulación de reservas para el próximo ciclo de más de siete millones.
Con ese criterio, y a pesar de las mermas esperadas en la producción del ciclo que se inicia, es posible asistir a un marco de oferta muy similar al del ciclo actual, reiterándose un alto nivel de exportaciones y probablemente un récord en la industrialización de esta oleaginosa.
En efecto, las primeras previsiones dan cuenta de un nuevo récord productivo en los Estados Unidos con más de 93 millones de toneladas, que se consolida a pocos días de iniciarse su recolección. Ello permitiría repetir un excelente año de exportaciones y de molienda para destino interno y para cubrir la demanda mundial de sus derivados, en particular de aceite a China, de continuar las limitaciones de ingreso a ese país de la mercadería de origen argentino.
En cuanto a Sudamérica, si bien se descarta que en función a los precios futuros a cosecha se mantendrán las áreas de siembra, es factible se registren leves mermas en la producción final producto de los rendimientos unitarios, que difícilmente reiteren los niveles del ciclo anterior. Cuenta para esto la posible amenaza de problemas de sequía en la región, por un evento climático "Niña" que se esta instalando hacia fines del presente año. No obstante ello, la creciente demanda mundial explica en gran medida un nivel de precios sostenidos para todo el complejo, aun ingresada la cosecha americana, con valores para la posición noviembre del corriente año en torno a los 380/390 dólares por tonelada, en el mercado de Chicago.
Sin duda el impulso de China e India, como principales demandantes del complejo, afirman las cotizaciones. A modo de ejemplo recordemos que la importación de poroto de soja por parte de China en el último quinquenio pasó de 28 a 50 millones de toneladas, esperándose para el próximo año niveles por encima de las 55 millones de toneladas.
En el marco local, transcurrido el primer semestre del ciclo comercial 2010/11 (2009/10 productivo) se observa un nivel de ventas similar al del ciclo anterior en términos relativos (75% a 80%), aunque en absolutos la diferencia es muy significativa.
Evolución
Recordemos que en el año anterior la cosecha de soja en Argentina alcanzó las 32 millones de toneladas y en el actual supera las 54 millones. De ese volumen total de cosecha, hacia inicios del presente mes, la exportación y la industria conjuntamente habían adquirido 42 millones de toneladas, de las cuales 37.5 millones de toneladas están con precio "hecho".
En tal sentido, estaría para vender a la fecha 12 millones de toneladas de físico y 16,5 a fijar el precio; este último volumen implica que el productor a esa fecha disponía mercadería por más de U$S 4.500 millones.
Esta "supuesta retención" del productor, explicada por una venta masiva de una muy buena de cosecha de maíz y un volumen de soja relevante, permite inferir que no existen urgencias en materia financiera por parte del productor, el cual espera mejores cotizaciones. Ello se traduce en precios sostenidos y márgenes de operación, tanto desde la óptica de la exportación como desde la industria (con capacidades ociosas menores a la del ciclo anterior) más ajustados en relación a los efectivamente recibidos en el ciclo pasado.
En este contexto, es factible que se cierre el ciclo con exportaciones totales de poroto de soja cercanas a las 13 millones de toneladas y un nivel de industrialización del orden de las 36 millones, esperándose, de no mediar precios mucho más atractivos una acumulación de reservas para el próximo ciclo de más de siete millones.
Con ese criterio, y a pesar de las mermas esperadas en la producción del ciclo que se inicia, es posible asistir a un marco de oferta muy similar al del ciclo actual, reiterándose un alto nivel de exportaciones y probablemente un récord en la industrialización de esta oleaginosa.
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