Las granadas halladas frente a una iglesia causaron zozobra

Las granadas halladas frente a una iglesia causaron zozobra

Ni los vecinos ni la Policía se explican cómo llegaron los explosivos a una alcantarilla. Conmoción en la esquina de avenida Avellaneda y Santiago del Estero. "Es la segunda vez que pasa en un año", dijo una mujer.

EL LUGAR DEL HALLAZGO. Un agente se quedó custodiando la alcantarilla donde arrojaron las granadas. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI EL LUGAR DEL HALLAZGO. Un agente se quedó custodiando la alcantarilla donde arrojaron las granadas. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
10 Septiembre 2010
Pueden destruir cualquier cosa que esté a menos de 20 metros. Aunque tienen varios dispositivos de seguridad, si este sistema falla pueden explotar ante el menor movimiento. Y, como cualquier arma de guerra, en manos inexpertas representan un peligro latente.

Las tres granadas tipo EA-M5 halladas ayer a la mañana en una alcantarilla del centro, a metros de una iglesia, dejaron preocupados a los vecinos y a la Policía. "Estoy con mucho miedo. Es la segunda vez que pasa esto en un año. La vez anterior todo quedó en la nada. ¿Cómo llegan esas cosas acá? No lo sé. Pero cuando vuele toda la manzana va a ser demasiado tarde para preguntárselo", expresó Marta Carmona, quien tiene un almacén a metros de donde estaban los explosivos.

Cerca de las 9, dos empleados de la Municipalidad estaban limpiando la alcantarilla que está del lado sudoeste de la esquina de avenida Nicolás Avellaneda y Santiago del Estero.

Entre el agua y el barro, encontraron un objeto pequeño que parecía un termo. Sin perder el tiempo, los empleados llamaron en el acto a la seccional 1ª, que se puso en contacto con Bomberos de la Policía.

Una dotación de la sección Explosivos, a cargo del oficial principal Martín Aguilar y del comisario Néstor Osores, valló la zona y comenzó a excavar entre la tierra mojada y la basura. Así, encontraron dos granadas más. Aún no se sabe si podían estallar; pero, al menos en apariencia, están en buen estado. "Las pericias determinarán eso", explicó el comisario Osores.

Los explosivos fueron resguardados en contenedores especiales denominados tolvas.

Antecedente
El 28 de julio de 2009, otras dos granadas similares fueron halladas en esa misma alcantarilla, también por empleados de la Municipalidad. Los vecinos consideran que es algo más que una mera coincidencia. "No sé si será una broma pesada o alguien las habrá dejado ahí para deshacerse de ellas. Uno hace conjeturas, pero queda un signo de interrogación", dijo Cristian Pampalone, gerente de una empresa que está en esa cuadra.

Los explosivos estaban a unos 20 metros de la iglesia San Roque. Y, aunque se mostró muy preocupado por la situación, el padre Rafael descartó que se trate de algún tipo de amenaza. "Esta es una zona muy tranquila. No hay pintadas y estamos muy bien custodiados. Lo riesgoso es que los fines de semana concurren más de 2.000 personas a esta parroquia", explicó.

Pocas esperanzas
El caso quedó en manos de la Justicia Federal. En estos días, expertos de Bomberos deberán realizar un informe sobre las características de las granadas. "Algunos de los elementos a determinar son, por ejemplo, su origen; es decir, en qué país se fabricaron", indicó Osores.

Los investigadores tienen varias hipótesis. Sin embargo, todas son muy difíciles de comprobar. Una de las sospechas apunta a que alguien se haya querido deshacer de las granadas por temor a tenerlas en su casa. "Es muy poco probable que la corriente de agua las haya dejado allí", dijo un experto. Así, todo parece indicar que será muy difícil resolver el misterio que inquieta a los vecinos.

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