17 Agosto 2010
En una compañía tradicional, los roles suelen estar bien definidos. Y también la capacitación. Generalmente se busca que el personal se vaya a otros sitios, con el fin de incorporar conocimiento que no necesariamente se transfiere luego dentro de la empresa. Frente a esa situación, las organizaciones están apostando a la formación de instructores internos, que se encargan de motivar y de transmitir, además, los ideales y los objetivos de la firma. "El resultado de las empresas que han implementado este proceso ha sido exitoso, logrando de esta manera beneficios claros como. Por caso, disminución de los costos de las capacitaciones externas; aumento del compromiso en este proceso del personal involucrado, mayor motivación del personal interno, transmisión de conocimientos del personal más idóneo a la nueva generación de empleados y adherir al potencial formador como socio estratégico a la gestión de recursos humanos", señala a LA GACETA María Juliana Gabás, especialista en Capacitación y directora de MJG Consultores.
La implementación de este nuevo modelo de gestión de capacitación, comienza con la elección del posible formador interno. "Está no es una tarea fácil para el área de recursos humanos y, según el tipo de empresa, es el método que se utiliza para reclutar internamente", acota Gabás.
Los test psicotécnicos y entrevistas de motivación contribuyen a detectar a posibles instructores internos en la oficina. También está la autopostulación.
Paciencia, manejo de la audiencia, carisma, oratoria, conocimiento sobre el tema que va a dictar internamente, liderazgo y credibilidad, entre otras, son las competencias que debe reunir un instructor interno. "Una vez elegido el formador apropiado, se lo entrena en un curso que dicta un especialista en capacitación, que contempla los temas de logística, el manejo de la administración del tiempo en el curso, las instancias que lleva el diseño de está, la metodología de enseñanza- aprendizaje, la conducción de la audiencia y la oratoria, las conductas esperadas, el manejo de los imprevistos y los distintos elementos que se tienen que tener en cuenta cuando se piensa en capacitación", puntualiza Gabás.
El formador del instructor interno, busca trasmitir sus conocimientos, desarrollar las habilidades del participante y mejorar las actitudes de esté como potencial formador. En algunas organizaciones, esto se acompaña con un plan de desarrollo al personal, con un sistema de beneficios o como política organizacional.
La implementación de este nuevo modelo de gestión de capacitación, comienza con la elección del posible formador interno. "Está no es una tarea fácil para el área de recursos humanos y, según el tipo de empresa, es el método que se utiliza para reclutar internamente", acota Gabás.
Los test psicotécnicos y entrevistas de motivación contribuyen a detectar a posibles instructores internos en la oficina. También está la autopostulación.
Paciencia, manejo de la audiencia, carisma, oratoria, conocimiento sobre el tema que va a dictar internamente, liderazgo y credibilidad, entre otras, son las competencias que debe reunir un instructor interno. "Una vez elegido el formador apropiado, se lo entrena en un curso que dicta un especialista en capacitación, que contempla los temas de logística, el manejo de la administración del tiempo en el curso, las instancias que lleva el diseño de está, la metodología de enseñanza- aprendizaje, la conducción de la audiencia y la oratoria, las conductas esperadas, el manejo de los imprevistos y los distintos elementos que se tienen que tener en cuenta cuando se piensa en capacitación", puntualiza Gabás.
El formador del instructor interno, busca trasmitir sus conocimientos, desarrollar las habilidades del participante y mejorar las actitudes de esté como potencial formador. En algunas organizaciones, esto se acompaña con un plan de desarrollo al personal, con un sistema de beneficios o como política organizacional.
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