Los españoles no tienen tanta fe

Los españoles no tienen tanta fe

Los fanáticos de la "roja" optan por la moderación a causa de los fracasos.

SUFRIENDO. Hinchas españoles se lamentan por la derrota contra Suiza. SUFRIENDO. Hinchas españoles se lamentan por la derrota contra Suiza.
La hinchada española es como Penélope: teje y desteje desde hace años un sudario, según oscilan sus quimeras, mientras aguarda que la gloria futbolística llegue desde tierras lejanas, como Ulises, a dignificar su fidelidad histórica. En el Mundial -campeonato que la selección española nunca logró ganar-, el primero que se realiza en Africa, sus expectativas dan cuenta de esa constancia: simpatizantes consultados por LA GACETA afirman que la roja se lucirá pero, sabedores de que el exceso de confianza puede significar un mazazo, moderan las expectativas. Y más aún luego de la derrota contra Suiza. La mayoría se anima a proyectar una final, aunque no se atreve a imaginar en voz alta, on the récord, el sueño de levantar la copa. Iker Martínez, de profesión mecánico, afirma que la selección española puede ganar el Mundial, porque cree que es la mejor de las que están compitiendo. "Además, el haber ganado la Eurocopa (realizada en Austria y en Suiza en 2008) le da una mayor confianza", sostiene, y acota que el técnico, Vicente del Bosque, sabe armar equipos. "Tiene buena mano izquierda; es decir, les da confianza a los jugadores, sabe ceder y dejarlos jugar. Y con hombres como Xavi o Iniesta eso es fundamental", asevera.

Sin embargo, Martínez pone paños fríos cuando escucha a su amigo, el ingeniero industrial Alvaro Cuevas, que también dice que España puede ganar el torneo, pero que este campeonato es, en buena parte, una lotería. "FernandoTorres y DavidVilla serán los jugadores clave. Xavi es una garantía en el medio campo, pero hay que meter goles. Y ahí juega mucho la suerte", asevera, y agrega que es un absurdo decir que si España no sale campeona,sería un fracaso. "¡Es un Campeonato Mundial! Real Madrid invierte 200 millones de euros en su equipo y puede perder contra Recreativo Huelva. Y eso, sólo eso, no es fracasar. En todo caso, si sería un fracaso que la selección no hiciese un buen papel, un juego que guste. Pero creo que sí lo logrará", estima.

Respetuoso de los infaustos antecedentes (el mejor resultado de la selección española fue el cuarto lugar en Brasil 50), el marmolista José María Freijo, afirma, tajante, que el equipo va a sucumbir en cuartos de final. "Así es España. La gente aquí es de emoción fácil. Toda la vida dijeron ?a este lo ganamos?, igual que en este caso; y así nos fue", dice, y sólo se anima a pronosticar que Villa será el pichichi, es decir, el goleador.

Más optimistas se muestran el guardia de seguridad privada Francisco Rodríguez y el técnico en iluminación Xabier Molinero, quien estima que la roja será finalista. "Tiene el mejor trabajo en equipo y un nivel de jugadores de entre los cuatro mejores equipos de este Mundial. Y, si lo gana, el fútbol español habrá conseguido un merecido lugar en la historia. No hay que olvidar que la liga española es la mejor del mundo", apunta Molinero.

Rodríguez coincidió en que España llegará a la final. "En el equipo no hay línea que falle. Todas funcionan bien. E inclusive los tres arqueros que lleva son buenos", dice, y añade que Iniesta va a ser la estrella. Y si este no llega a punto, Villa.

Las mujeres, aunque más contenidas a la hora de los pronósticos, también se entusiasman con ganar el Mundial.

"Hay un problema de exceso de confianza. Yo no arriesgaría nada. Pero lo cierto es que el equipo es bueno. Y para el deporte español sería un gran reconocimiento", afirma Isabel Salcedo, recepcionista de una empresa pública española.

Como en la mitología griega, en el fútbol la tragedia y la gloria están a la vuelta de la página.

Hubo calma en las calles
Mientras se jugaba el partido contra Suiza, Madrid siguió funcionando con normalidad. Pero en la calle y en los pasillos de las estaciones de metro se observó mucha menos gente que lo habitual. Y fue evidente que no se trató del frío, que sorprendió con mínimas de 7 grados a una semana del verano, sino del fútbol. Los bares lucieron atestados.

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